Es el protagonista de Tarzán y tuvo una impresionante transformación física para hacer el personaje

Alexander Skarsgård debió atravesar una exigente dieta y un entrenamiento riguroso para interpretar al protagonista de la película, logrando un abdomen que fue elogiado en Hollywood.

En Hollywood, las transformaciones corporales para interpretar a ciertos personajes se han vuelto moneda corriente. Figuras como Chris Hemsworth para dar vida a Thor o David Corenswet como Superman debieron someterse a planes de entrenamiento intensivos. Sin embargo, ninguno de ellos obtuvo la distinción que alcanzó Alexander Skarsgård, quien logró el que muchos consideran el abdomen más impactante del cine al encarnar a Tarzán.

El sueco, hijo del reconocido actor Stellan Skarsgård, fue el elegido para protagonizar La leyenda de Tarzán en 2016, junto a estrellas como Margot Robbie, Samuel L. Jackson y Christoph Waltz. Para el papel de un hombre criado por simios que se desplaza por la selva vestido con lo mínimo, el actor debió llevar su físico al límite.

Skarsgård confesó que el proceso fue uno de los más desafiantes de su carrera. Contó con el apoyo de un entrenador personal y un nutricionista que diseñaron una planificación estricta tanto en lo alimenticio como en lo físico. El actor admitió que nunca había enfrentado algo tan extremo y que incluso llegó a sentir miedo por cómo reaccionaría su cuerpo.

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El actor de origen sueco confesó que nunca había seguido una rutina tan estricta en su carrera.

El actor de origen sueco confesó que nunca había seguido una rutina tan estricta en su carrera.

Las claves para el cambio físico de Alexander Skarsgård

Durante varios meses, su rutina consistió en consumir pechugas de pollo casi a diario, combinadas con largas sesiones de ejercicios abdominales. La disciplina fue total, al punto de que apenas tuvo permitido un único día de descanso en su dieta. En esa ocasión, relató entre risas, su entrenador lo llevó a un restaurante italiano en Notting Hill, donde pudo disfrutar de pasta, pizza y tiramisú. “Fue la mejor comida de mi vida”, recordó.

El sacrificio dio frutos: el público y la crítica coincidieron en que el sueco alcanzó un físico ideal para el papel. Aún hoy, casi una década después del estreno, su transformación es recordada como una de las más impresionantes del cine.

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La exigente dieta incluyó meses de comidas basadas en pollo y entrenamientos intensivos.

La exigente dieta incluyó meses de comidas basadas en pollo y entrenamientos intensivos.

De todas formas, no todas las escenas de acción fueron realizadas por el actor. Skarsgård admitió que la parte más peligrosa del rodaje, como colgarse de árboles o saltar con lianas, estuvo a cargo de un trapecista profesional. “Yo hacía un poco y luego me sentaba a tomar un café mientras él resolvía lo más difícil”, reveló.