Milei en modo Macri: retrasar la debacle y romper al peronismo como tácticas de supervivencia

La brutal pérdida de reservas da señales de un modelo que se agota. El desembolso del FMI parece brindar cada vez menos certezas de estabilidad a un Gobierno que pende del hilo de una posible devaluación. La esperanza libertaria está puesta en la división del peronismo, que esta semana tuvo un nuevo hito en el Senado.

La última semana fue agridulce para Javier Milei. Por un lado, logró un gran triunfo político en el Congreso, un hecho que merece ser desmenuzado con detenimiento más abajo. Por otro, el plan Caputo continúa desangrando las arcas del banco central en su afán por mantener el dólar pisado. El gobierno debió vender dólares en todas las ruedas desde el viernes de la semana pasada y perdió 1200 millones.

Las pérdidas del Central, comparables a eventos cataclísmicos como la Gran Depresión de 1929, muestran las profundas señales de un modelo agotado, un laberinto del que los argentinos no saldremos sin dolor. Si se sigue por este camino, la pérdida de reservas no será el único de nuestros males.

La destrucción del aparato productivo, la invasión de importaciones y la pérdida de puestos de trabajo se profundizarán. Si se devalúa, la inflación volverá a comer aún más del poder adquisitivo de los trabajadores y consumo continuará cayendo como en estos 15 meses.

Esto lo entiende la CGT, que abandonó por unos días la negociación permanente con el jefe de Gabinete Guillermo Francos y anunció un paro para el 10 de abril. Pero también lo entienden periodistas ultra oficialistas como Luis Majul que lanzó una predicción: "Si Milei devalúa, se termina el gobierno".

La sentencia armoniza con el clima apocalíptico que se vive en un mercado financiero que desarma el carry trade y se vuelca nuevamente al dólar sabiendo que esa devaluación es inevitable. “Queremos ser Perú” dijo Luis Caputo en otro canal oficialista. Las cosas, por ahora parecen ir al revés.

El país andino ha mostrado una macroeconomía ordenada con una esfera política completamente volátil, donde el titular del Banco Central es el mismo desde hace décadas pero los presidentes saltan por los aires de modo cotidiano. La Macro ordenada en un país desigual e injusto no obtura la inestabilidad política, se sabe. Al contrario, la genera. Pero el presente del gobierno libertario es incluso opuesto a eso. Milei ha logrado control político pero las condiciones generales de la economía están completamente desbordadas. En lo que sí se parece ambos países es en que la pobreza y la exclusión se han vuelto estructurares.

El Fondo monetario ha decidido ayudar políticamente otra vez a un gobierno de derecha en la Argentina pero pide mejores resultados que los del Macri en el 18-19. Por eso, a pesar de que se ha ventilado, a través de la agencia Bloomberg, que el monto del préstamo sería de 20000 millones, eso no ha calmado la corrida. Quizás porque nada se dice acerca de cuántos de esos dólares serán de libre disponibilidad para seguir pisando el tipo de cambio, de qué modo serán desembolsados o con qué condiciones.

La aprobación del DNU firmado por Javier Milei para autorizarse a sí mismo a acordar con el FMI es una gran victoria de los libertarios. Radicales, macristas, federales y peronistas no kirchneristas ayudaron, cómplices de un sistema prebendario inocultable.

El mejor ejemplo de la tendencia está en el Senado. El mismo miércoles se anunció que cuatro integrantes de uno de los bloques de Unión por la Patria en la cámara alta armaban un espacio propio. Los integrantes, representantes de cuatro provincias mineras, se abrieron con fuertes críticas a la conducción del PJ de Cristina Kirchner.

Lo llamativo es que quien terminó siendo su vocero fue el mismísimo Guillermo Francos. "Cristina Kirchner no domina el PJ, eso la pone nerviosa" aseguró el jefe de Gabinete quien anticipó además que habrá más fugas. Cualquier parecido con 2017 es pura coincidencia. En aquel momento, acosada por el juez Claudio Bonadío, la ex presidenta tuvo que competir por fuera del peronismo para mostrar que era la dueña de los votos.

Hoy, la situación es más compleja de encuadrar. Por un lado, el acoso judicial continúa con condena en segunda instancia y con pronóstico reservado de cara a una decisión de la Corte. El anuncio de Marco Rubio, el conservador secretario de Estado norteamericano, de que no se permitiría a la ex presidenta entrar al país fue celebrado como un triunfo por toda la derecha argentina.

Por otro lado, lidera el PJ. Es cierto que es cuestionada porque quienes le asignan responsabilidades en el gobierno fallido de Alberto Fernández. Pero también por los que usan esto como excusa para negociar con el gobierno. La kueiderización de la política avanza día a día en las dos cámaras.

En este sentido, la ex presidenta -principal oradora de un encuentro en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA-habló acerca de la aprobación del DNU que otorgó a la administración Milei patente de corso para acordar con el Fondo y llamó a mirar puertas adentro del PJ: "Si los diputados peronistas de la provincia de Catamarca; si los diputados peronistas de Tucumán; si los diputados peronistas que fueron con Sergio Massa en la boleta de Misiones; y si los diputados peronistas de Salta hubieran votado junto al peronismo y a otras fuerzas políticas, este cheque en blanco no existiría".

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