Tras la aprobación este miércoles de la Cámara de Diputados a un proyecto que propone cambiar el huso horario oficial del país desde -3 GMT a -4 GMT, un especialista en cronobiología criticó que la iniciativa incluya una alternancia entre horarios de verano e invierno, ya que estas modificaciones "producen trastornos en el cuerpo y generan más accidentes". "Nuevamente primó la opinión sobre la ciencia", lamentó.
Se trata de Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires, investigador del Conicet, director del Laboratorio Interdisciplinario del Tiempo y la Experiencia de la Universidad de San Andrés y divulgador científico. El experto manifestó en su cuenta de X que el proyecto "es incorrecto".
"Efectivamente Argentina está mal situada, en el huso -3 (o sea, 3 husos horarios al oeste del meridiano de Greenwich) cuando debería ser -4. Es cierto que la parte oeste de algunas provincias toca la franja -5, pero esto no amerita que el territorio nacional deba tener dos husos horarios: si todos estuviéramos en el -4 sería muy razonable. ¿Qué está mal, entonces?", planteó.
"El proyecto plantea modificar el horario en verano e invierno, alternando entre -3 y -4. Esto está mal. El argumento de ahorro energético es incorrecto. Los cambios de horario siempre producen trastornos en el cuerpo y generan más accidentes", sostuvo.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/DiegoGolombek/status/1958381418863636865&partner=&hide_thread=false
"Muchos países que siguen alternando entre horarios de verano e invierno están rediscutiendo el tema para quedarse todo el año en horario estándar, el que les corresponde geográficamente. Nosotros parecemos querer ir en la dirección contraria", cuestionó.
En tal sentido, Golombek señaló que "hace tiempo, cuando vimos el proyecto lo advertimos y proveímos evidencia científica de que debíamos estar en el huso horario -4 todo el año". "Ahora vemos que no nos prestaron atención, y que nuevamente primó la opinión sobre la ciencia", subrayó.
"Es lamentable, porque la intención de corregir nuestro desfasaré horario es muy acertada, pero la alternancia de horarios trae más trastornos que soluciones. Para esto está la ciencia: para proveer de evidencia a las discusiones sobre políticas públicas. Pero si no la tienen en cuenta, caeremos una y otra vez en errores, idas y vueltas que no le hacen bien a nadie", concluyó.
Cambio de huso horario en Argentina: qué propone el proyecto y cómo impactaría en la vida diaria
En principio, la iniciativa plantea que Argentina está desfasada respecto de su horario solar real. “Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial y el huso horario que realmente nos corresponde, y esto provoca varios inconvenientes”, explicó el diputado para quien, si se corriera el reloj, se podría ahorrar energía al aprovechar mejor la luz natural.
En ese sentido, el proyecto busca alinear la actividad social y económica con el ciclo del sol, y reducir el gasto de electricidad en hogares, escuelas y comercios. Además, que el Ejecutivo tenga la facultad de mantener el huso -3 durante el verano, como una especie de horario de verano, si así lo considera necesario.
A nivel técnico, Cobos sostiene que la mayor parte del país corresponde geográficamente al huso -4 GMT, y que países vecinos como Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile ya están en ese huso. La sincronización regional favorecería el comercio, el transporte y los servicios financieros en el Mercosur.
Entre los fundamentos del proyecto figura además un estudio científico de la directora del INAHE-CONICET Mendoza, Andrea Pattini, que demuestra que atrasar los relojes permitiría reducir el consumo eléctrico por iluminación, sobre todo en horarios pico.
El debate también está atravesado por la coyuntura internacional: el alza sostenida en los precios de la energía vuelve urgente medidas que disminuyan la demanda eléctrica en zonas urbanas, especialmente en condiciones de crisis sanitaria y económica.
Históricamente, la Argentina alternó husos y horarios según políticas energéticas, pero desde 2009 se abandonaron los cambios estacionales. El regreso al huso -4 implicaría retomar un modelo que estuvo vigente en otras épocas del siglo XX, aunque se advierte que la experiencia internacional sobre ahorro es mixta y depende del contexto.
De aprobarse el cambio, sus efectos serían inmediatos: se atrasarían los horarios laborales, escolares, comerciales y de transporte. Si bien implica una adaptación inicial, muchos países han logrado ajustarse gradualmente.
Finalmente, especialistas advierten que la medida también podría tener impacto en los ritmos biológicos, mejorando la alineación entre el reloj social y el ritmo circadiano de las personas, lo que beneficiaría su energía, descanso y rendimiento diario.