FBI confirmó nexo del piloto del avión venezolano - iraní con Quds y una posible relación con Hezbollah

Departamento de Justicia dio por verificada identidad de uno de los tripulantes de la aeronave retenida en Ezeiza.

El FBI le confirmó al juez federal Federico Villena que el piloto iraní Gholamreza Ghasemi no es un homónimo, sino el CEO de la empresa Far Air Oeshm, ligada a las fuerzas Quds brazo de la Guardia Revolucionaria Iraní y sospechado de haber participado de operaciones logísticas para asistir a Hezbollah, en tráfico de armas y lavado de dinero. La información que proveyó el FBI tiene un grado de desclasificación que ahora fue aportada a las autoridades argentinas. De ahí radica que no existieran, previamente, alertas expresas sobre los tripulantes.

Según consignó Ámbito, los estadounidenses informaron oficialmente que existen dos niveles de sanciones que pesan sobre la aeronave que aterrizó el 6 de junio en Buenos Aires y que actualmente se encuentra retenida. Como operaba para Mahan Air, existe una restricción sobre no proliferación de armas y anterrorismo.

Como el Boeing tiene matrícula venezolana y aparece como una subsidiaria de Conviasa, pesa sobre ella otra “designación” del listado de OFAC del Departamento del Tesoro por estar ligada al gobierno de Nicolás Maduro. Con estos elementos, el juez le pidió a la fiscal Cecilia Incardona que vuelva a delimitar el objeto procesal vía un requerimiento de instrucción más preciso que el que se necesitaba en un principio.

La causa da así un giro importante en la investigación que lleva adelante la Justicia. Ámbito accedió a la comunicación del DOJ (Departamento de Justicia) bajo el número 200828292 que aclara que no puede ser utilizada por el Gobierno argentino en ningún procedimiento legal.

Firmada por Ricardo Hernández, aporta el número de pasaporte iraní de Ghasemi y señala que “es CEO y miembro del directorio de Oeshm Fars Air”, empresa que "fue designada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista y asistencia que brinda a Qods Force que han sido designadas como entidades terroristas”.

Además, se detalla que opera vuelos regulares entre Irán y Siria y que se los señalan por apoyo logístico a través del traslado “en una aeronave” de “equipos” entre Teherán y Beirut. “Se están pasando de contrabando componentes militares avanzados y armas desde Irán a Hazbollah en el Líbano utilizando vuelos civiles”, indica el informe que se focaliza en establecer nexos y aporta un número de pasaporte para identificar a Ghasemi, quien permanece con su documentación retenida en Buenos Aires.

A partir de esta información, es probable que las imputaciones contra los funcionarios argentinos que tuvieron intervención en el itinerario del avión dirigidas por las denuncias de la oposición queden también desdibujadas.

Migraciones, PSA, Seguridad, la AFI, Cancillería y demás agencias estatales están trabajando mancomunadamente en asistir con información a la causa judicial. Con este escenario corre la misma suerte la presunta operación para perjudicar al presidente Alberto Fernández fruto de su discurso en la Cumbre de las Américas. En la Casa Rosada parecieron no percatarse que en lugar de tomar la denuncia que habían planteado dirigentes opositores contra el Gobierno, la actual causa se desprendió de un pedido de habeas corpus, lo que esquivó a la gente de JxC.

Aún quedan abiertos interrogantes sobre la operación del avión. Lo cierto es que hubo un dato que llamó la atención de Aduanas, dependiente de la AFIP. El manifiesto declarado por el avión que llegó era exacto en el pesaje de la mercadería. ¿Qué fue lo que llamó la atención, entonces? Que no es habitual semejante nivel de concordancia con las cargas y los impuestos que deben tributar por la misma.

Por otra parte, Quds no está considerado como una organización terrorista en Argentina. Pero Hezbollah sí, a partir de una resolución del Congreso. Por eso el FBI se encargó de subrayar en su informe la relación que existiría entre Quds y Hezbollah para que sea imposible soslayarla, en la causa penal.

Datos: la velocidad de la respuesta del FBI da cuenta del interés que genera en Estados Unidos el episodio del avión. El segundo dato pasó desapercibido: cuando la justicia realizó una inspección ocular el pasado jueves en el avión debieron ir acompañados por un ingeniero de Boeing. La persona designada advirtió que no podía tomar contacto con la aeronave ante el riesgo judicial que le implicaba a nivel personal en los Estados Unidos ante las sanciones que pesan sobre la misma. Debieron cursar un pedido de autorización al Departamento del Tesoro. La respuesta con luz verde llegó tan solo una hora después.

En tanto, la Policía de la Ciudad y la PFA presentaron en el juzgado un informe preliminar del análisis de los celulares y aparatos electrónicos de los cinco iraníes y de los 14 venezolanos. Se están analizando minuciosamente las rutas en las que estuvo el avión previamente, tocando tierra en algunas zonas calientes.

Por otra parte, el secuestro de la caja negra del avión ofrece otra dificultad y es que es muy antigua para peritar. Sin embargo la hipótesis que no se abandona a nivel local podría encuadrarse en los que se denominan “vuelos de inteligencia”.

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