El índice de pobreza condiciona a la política

En pleno año electoral, el dato que hay más de 18 millones de pobres cayó como un bomba en el seno del oficialismo. Juntos por el Cambio intentó sacar provecho de la cifra y, como solución, propone las mismas políticas con las que fracasó Macri.

El dato de pobreza que se conoció esta semana impacta por su magnitud, obliga a repensar los efectos de ciertas políticas y, por supuesto, echa nueva luz sobre las internas que envuelven a la coalición de gobierno, más allá de los aspavientos de una oposición de derecha que poco puede criticar cuando vemos lo sucedido durante el gobierno de Mauricio Macri.

Lo primero es evidente. En un país que creció 5,2 % en el último año, la pobreza aumentó aún con baja de desempleo. Más de 18 millones de personas están por debajo de la línea de pobreza en un país que avanza en una consolidación intolerable de la desigualdad a la par de su crecimiento. Si la foto del presente es vergonzante, el panorama empeora pensando en el futuro. Más del 54 % de los menores de 14 años son pobres en nuestro país.

La utilización política de la oposición de los números que se conocieron fue instantánea y esperable. Horacio Rodríguez Larreta aseguró por la red social Twitter: “39,2% de los argentinos son pobres. Esto es urgente y lo vamos a cambiar”. Mario Negri fue un poco más allá en el terreno de las invectivas: “Esta es la herencia más catastrófica del Frente de Todos”.

La sentencia no es del todo inexacta porque, claramente, en el periodo de gobierno de Alberto Fernández el índice de incrementó pero elude que el esquema de exclusión que lo explica se inició con fuerza y decisión durante el gobierno de Mauricio Macri, en el que los trabajadores perdieron poder adquisitivo en tres de sus cuatro años.

macri pro

Paradojas discursivas de una fuerza blindada y a la que no se le repregunta: las medidas que promete como solución la totalidad de los precandidatos de Juntos por el Cambio son idénticas a las que tomó Macri, durante la gestión que generó el agravamiento del problema.

Más allá de esto, sin dudas el aplastante número -vergonzante para una fuerza que esgrime la justicia social y la inclusión como valores centrales de su doctrina- intensifica los desencuentros de sus líderes.

“Nos duele, no los negamos, nos hacemos responsables de esta realidad”, reconoció la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, quien también reconoció que “la inflación se está llevando el crecimiento del país hacia unos pocos bolsillos, dejando a gran parte de la población sumida en la incertidumbre y la angustia de poder llevar el pan a casa.

tolosa paz

”El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, fue aún más perentorio: “Fuimos pacientes en ver cuáles eran los resultados en un modelo que tenía distintas características. Bueno, los resultados no fueron óptimos. Entonces tenemos que terminar el gobierno haciendo lo que hay que hacer para modificar el resultado”.

Juan Grabois recordó el trabajo junto a la senadora Juliana Di Tullio, alrededor de un ingreso complementario que hubiera ayudado a paliar la situación de esos casi 20 millones de argentinos, y la propia senadora, sentenció que "un país con 40% de pobres no es peronismo".

El diputado nacional Máximo Kirchner, en la misma línea, aseguró en La Plata el viernes que “las sociedades no fingen los enojos o las alegrías. La gente está peor”.

máximo kirchner - PJ

Los ecos de la carta en la que un sector del Gobierno anunciaba que no acompañaría el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional resuenan cuando recordamos que algunas previsiones que allí se enunciaban han sucedido. En este sentido, más allá de que las causas de esta situación lo preceden y que el kirchnerismo lo sigue apoyando, no parece fácil despegar a Sergio Massa tanto de estos números como de los de la inflación.

Con todo, tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos saben que el avance de ciertas opciones insólitas y hasta antidemocráticas están relacionadas con este malestar y hastío que cunde en la sociedad. Acerca de esto habló hace días el mismísimo papá Francisco. Antes de ser internado por una bronquitis, brindó una entrevista a C5N y manifestó su preocupación por "el avance del ultraderecha".

Pero lo que diagnosticó para combatir ese avance, en la extraordinaria charla que le concedió a Gustavo Silvestre, está directamente relacionado con la solución a la pobreza con políticas inclusivas: “El antídoto sería la justicia social, no hay otra" dijo el sumo pontífice de la Iglesia católica.

DEJA TU COMENTARIO: