Las consecuencias de la desenfrenada remarcación de precios

Se publicó la evaluación de la canasta de pobreza e indigencia y, si bien descendió el aumento mensual a un 4,1%, las cifras continúan por encima del ingreso medio de la población. Una familia necesita $100 mil para no ser pobre.

Se publicó la evaluación de la canasta de pobreza e indigencia y, una vez más, los números son muy desalentadores en cuanto a lo que se necesita para estar por encima de dichas líneas.

Una familia, por ejemplo, necesita $100 mil para no ser pobre, pero el ingreso medio está por debajo de esa cifra, por lo que se puede inferir un crecimiento de alrededor del 40% de ese sector cuando el Instituto Nacional de Estadísticas Censos (INDEC) vuelva a publicar el informe.

Lo más grave, sin embargo, es la canasta de indigencia, fijada en $45.700, que está en línea con el salario mínimo, vital y móvil, cuya actualización para agosto se prevé en $47.850.

Este es el ritmo desenfrenado de la remarcación de precios. Hay una situación de ingresos muy desfavorable para las familias y un aumento de alimentos y bebidas que en la canasta básica se se proyecta en un 62%.

A este ritmo, no hay paritaria que alcance, ni mejoras situaciones en las condiciones de vida de los argentinos.

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