Ucrania denunció que el ejército ruso lanzó bombas de fósforo blanco sobre la capital Kiev y otras ciudades del territorio ucraniano. Es una poderosa arma química que fue prohibida por la Convención de Armas Químicas en Ginebra, en 1993.
Ucrania denunció que el ejército ruso lanzó bombas de fósforo blanco sobre la capital Kiev y otras ciudades del territorio ucraniano. Es una poderosa arma química que fue prohibida por la Convención de Armas Químicas en Ginebra, en 1993.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, apuntó a Rusia por esta cuestión frente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). “Esta mañana (...) hubo dos bombas de fósforo. Nuevamente han muertos adultos y niños”, comunicó en una videoconferencia en una cumbre en Ginebra de la alianza militar.
Por otro lado, el jefe de la Policía de Popasna, una ciudad al oeste de Lugansk, ya había advertido que las tropas rusas habían utilizado estos misiles sobre esa región. Explicó que esas bombas “era lo que los nazis llamaban ‘una cebolla ardiente’”.
Sin embargo, el Kremlin negó este viernes que su ejército haya empleado en Ucrania este tipo de armas químicas ilegales. "Rusia nunca ha violado las convenciones internacionales", declaró el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
La bomba de fósforo blanco es un arma explosiva que posee una aleación de tugsteno y partículas de níquel y cobalto. Al estallar, sus componentes se desintegran en el interior y elimina una nube de polvo que actúa como metralla.
Si esta bomba se expone al oxígeno atmosférico bajo temperaturas superiores a 30 grados centígrados, aumenta su temperatura a 800 grados. Además, genera un denso humo químico que suelen ser muy calientes, tienden a subir y formar grandes cortinas sobre el terreno.
Así, las bombas de fósforo blanco pueden provocar la muerte o severas quemaduras que resultan mucho más profundas que las convencionales, ya que llegan a los huesos.
La Convención sobre las Armas Químicas aprobó en 1993 un tratado para controlar este tipo de armas. Lo firmaron 193 naciones, entre ellas Rusia y Estados Unidos, y entró en vigor desde 1997.