La violencia escala en Brasil: después del ataque por parte de bolsonaristas en el Congreso, que pedían el derrocamiento de Lula Da Silva, los levantamientos se trasladaron al Palacio de Planalto y dejaron como saldo destrozos y 1.500 detenidos.
La violencia escala en Brasil: después del ataque por parte de bolsonaristas en el Congreso, que pedían el derrocamiento de Lula Da Silva, los levantamientos se trasladaron al Palacio de Planalto y dejaron como saldo destrozos y 1.500 detenidos.
Alrededor del establecimiento continúa la presencia policial, aunque no tan marcada como la que se pudo percibir durante las últimas horas durante el ataque. Asimismo, se está comenzando a reparar el edificio, por ejemplo, se están colocando vidrios nuevos.
También se reforzó la zona con la Policía Federal, la Policía Militar, Bomberos, ambulancias y Defensa Civil, ante la amenaza de un posible regreso de militantes a la zona.
Tras la emboscada fueron identificados 1.500 militantes, entre los cuales habrían bolsonaristas y otros extremistas. Cabe destacar que no todos los seguidores de Bolsonaro están de acuerdo con estos ataques, ni todos los oportunistas que propinaron las emboscadas en la Corte Suprema y en el Congreso son, efectivamente, votantes del expresidente.
Por el momento se puede percibir cierta tensa calma y, de a poco, todo vuelve a la normalidad. Lula Da Silva continuará con su agenda: hoy tomará juramento de las nuevas dos ministras de su gabinete, de igualdad racial y de la titular que tendrá a cargo el primer Ministerio Indígena, funcionando como un fuerte mensaje a sus detractores.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, agradeció este miércoles al Congreso la aprobación del decreto que permitió la intervención federal de las fuerzas de seguridad en Brasilia y consideró que el intento de golpe de Estado que se registró el domingo con el ataque a las sedes de los tres poderes fue protagonizado por "un grupo de locos que todavía no entendieron que las elecciones de 2022 terminaron".
"Ni siquiera me gustaría pensar en un golpe, me gustaría pensar en algo menor, tal vez un grupo de locos que todavía no entendieron que la elección terminó, que todavía no quieren aceptar que la urna electrónica es posiblemente el modelo electoral más perfecto que tenemos en todos los países del mundo", expresó el mandatario brasileño en declaraciones que fueron citadas por la cadena O Globo.
Al agradecer a los congresistas la aprobación del decreto de intervención en la seguridad del Distrito Federal, Lula subrayó que la medida demuestra que las personas que no quieran respetar las leyes y la Constitución serán sancionadas.
"Cualquier gesto que vaya en contra de la democracia brasileña será castigado dentro de lo que la ley permite que sea castigado. Todos tendrán derecho a defenderse, todos tendrán derecho a probar su inocencia, pero todos serán castigados", puntualizó.
En una reunión con el presidente de la Cámara de los Diputados, Arthur Lira, y al vicepresidente del Senado, Veneziano Vital do Rêgo, entre otros legisladores, Lula también hizo referencia al expresidente Jair Bolsonaro, a quien criticó por no haber reconocido su derrota en las elecciones de octubre de 2022.
"Lamentablemente el presidente que dejó el poder no quiere admitir la derrota. Aún hoy vi declaraciones de él no reconociendo la derrota. Solo puedo considerar que son un grupo de locos, gente con poco sentido del ridículo", afirmó.
Asimismo, recordó que el Partido Liberal de Bolsonaro presentó una denuncia en la Justicia por las supuestas fallas de seguridad de las urnas, pero sola en la segunda vuelta, lo que le valió una multa por actuación irregular.
"Ya fueron a la justicia y la corte dijo cuál fue el resultado electoral y ya desestimó su proceso e incluso condenó al partido que presentó la pregunta a pagar una multa enorme del fondo del partido", agregó Lula durante la reunión.