Vacaciones en Brasil 2025: dos islas escondidas que son maravillosas

Destinos vírgenes que enamoran a los viajeros por su encanto natural. Lugares perfectos para quienes buscan escapar del turismo masivo.

Pensar en ir a vacacionar a Brasil incluye más opciones que las comúnmente conocidas como Rio de Janeiro o Florianópolis. Este país cuenta con dos joyas escondidas en su extenso litoral que prometen experiencias inolvidables para las vacaciones de este año. Estos paraísos tropicales llaman la atención por sus aguas cristalinas, playas vírgenes y entornos naturales prácticamente intactos, convirtiéndose en el escape perfecto para quienes buscan conectar con la naturaleza en su estado más puro.

Estas islas secretas mezclan lo mejor del turismo sustentable con aventuras únicas que van desde explorar sitios arqueológicos milenarios hasta practicar deportes acuáticos en escenarios de película. Su riqueza cultural y natural las posiciona como alternativas extraordinarias a los destinos tradicionales, ofreciendo experiencias auténticas alejadas del ruido turístico convencional.

La magia de estos rincones brasileños se encuentra en su capacidad para transportar al visitante a un mundo donde el tiempo parece detenerse entre palmeras, arenas blancas y aguas turquesas. Cada isla presenta características únicas que las convierten en tesoros por descubrir para los viajeros más exigentes.

Ilha do Campeche

Ilha do Campeche

Ilha do Campeche representa un verdadero tesoro escondido en la costa sur de Brasil. Ubicada en Santa Catarina, a menos de dos horas de Florianópolis, esta pequeña joya de apenas 1,5 km de largo por 500 metros de ancho enamora a primera vista con sus playas y aguas transparentes que generan un contexto ideal para descansar.

Este santuario natural destaca por características que la hacen única:

  • Mar cristalino ideal para buceo y snorkel
  • Vegetación exuberante que contrasta con arenas blancas
  • Ubicación privilegiada dentro de una reserva natural
  • Fauna marina diversa y presencia de monos coatí
  • Valioso patrimonio arqueológico con inscripciones rupestres bien preservadas

El acceso a esta maravilla brasileña sólo es posible mediante lanchas o embarcaciones que parten desde Playa de Armação, Praia da Barra da Lagoa o la playa de Campeche, siendo esta última la opción más rápida para llegar. Por otro lado, es importante destacar que la isla tiene capacidad limitada a 800 visitantes diarios entre las 9:00 y 17:00 horas, sin posibilidad de reservas anticipadas, por lo que planificar con tiempo resulta fundamental.

Los senderos de la isla llevan a miradores naturales con panorámicas espectaculares, mientras que sus sitios arqueológicos solo pueden recorrerse con guías autorizados mediante el pago de una tarifa, sistema que garantiza la conservación de este invaluable legado cultural. Ya sea para explorar su riqueza histórica o simplemente disfrutar de sus playas paradisíacas, Ilha do Campeche promete una experiencia inolvidable que mezcla naturaleza, historia y aventura.

Ilha do Campeche

Ilhabela

Ilhabela se está ganando un lugar entre las opciones más consideradas para conocer en Brasil. Este destino excepcional en la costa norte del Estado de São Paulo conforma el único municipio-archipiélago oceánico brasileño. Este paraíso insular, también conocido como São Sebastião, enamora a sus visitantes con uno de los paisajes más agrestes e impresionantes del litoral.

El archipiélago se caracteriza por su imponente geografía montañosa, donde destacan:

  • El macizo de São Sebastião con el Pico homónimo de 1379 metros de altitud
  • El Morro Papagaio con sus 1307 metros
  • El impresionante Morro da Serraria que alcanza los 1285 metros
  • 41 playas distribuidas por la isla principal con diferentes grados de conservación

A pesar de ser uno de los destinos favoritos para escapadas de fin de semana de los paulistas, lo que puede resultar en temporadas de alta ocupación durante los feriados largos, Ilhabela guarda sus mayores tesoros en las zonas norte y este, aquellas que miran directamente al Atlántico. En ese lugar se encuentran encantos como Bonete, Jabaquara, Fome, Catelhanos y Serraria, playas accesibles mediante excursiones en barco o vehículos todoterreno.

Entre las joyas imperdibles destaca Praia do Poço, que sorprende con su cascada formadora de una pileta natural de agua dulce junto al mar durante la marea baja. Esta maravilla conecta a través de senderos con las playas de Jabaquara y Fome, creando un circuito de belleza natural inigualable.

Ubicada a 215 km por carretera de la capital paulista y a 140 km de la frontera con Río de Janeiro, Ilhabela abarca 348,3 km² de territorio insular. Sus playas presentan un marcado contraste: mientras las ubicadas a lo largo del canal tienden a estar más urbanizadas, aquellas que miran al mar abierto en las caras norte y sur conservan su pureza y menor intervención humana, ofreciendo experiencias más auténticas para los amantes de la naturaleza.

Ilhabela, San Pablo, Brasil

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