Correr es una de las actividades físicas más populares, pero también una de las que más pueden comprometer la salud de las rodillas si no se realiza con ciertos cuidados. Esta articulación, que soporta gran parte del peso del cuerpo, es especialmente sensible a errores comunes en la práctica del running, como una técnica deficiente o un entrenamiento excesivo.
Entre los factores más frecuentes que aumentan el riesgo de lesión se encuentran los aumentos bruscos de intensidad, las distancias elevadas sin una preparación adecuada, la falta de descansos y el uso de un calzado inadecuado. También el mal uso de los estiramientos puede afectar negativamente si se emplean como método de calentamiento o si se realizan de forma incorrecta en presencia de lesiones previas.
Sin embargo, muchas de estas complicaciones pueden evitarse. Aplicar el sentido común y tomar ciertas precauciones básicas puede marcar la diferencia a la hora de proteger la articulación más compleja del cuerpo. A continuación, algunas claves para correr cuidando las rodillas.
Licuado dolor rodilla 1
El running puede afectar la salud articular si no se toman precauciones desde la alimentación hasta el descanso.
Freepik
Controlar el peso
El sobrepeso impacta directamente en la salud articular. Cada kilo de más genera una carga adicional de cinco kilos sobre la rótula al subir o bajar escaleras. Bajar solo cinco kilos puede reducir a la mitad los síntomas del dolor de rodilla.
Prestar atención a la dieta
Una alimentación equilibrada y rica en vitaminas A, C y D, junto con calcio y ácidos grasos Omega-3, favorece la salud articular. Mantener una buena hidratación también es clave, sobre todo después del esfuerzo físico.
Mantener un buen tono muscular
Fortalecer los músculos es fundamental para reducir el esfuerzo que soportan las rodillas. Actividades como la natación, el ciclismo estático, el yoga o el pilates contribuyen a mejorar la estabilidad sin sobrecargar la articulación.
Calentar y estirar
Calentar antes de salir a correr eleva la temperatura corporal y prepara los músculos. Estirar después del ejercicio es igual de importante para evitar tensiones musculares y mejorar la recuperación.
Aumentar poco a poco el ritmo del entrenamiento
Un entrenamiento progresivo y constante, con metas claras y días de descanso, ayuda a mejorar el rendimiento sin poner en riesgo las articulaciones.
Cuidar la técnica al correr
Errores posturales o una forma incorrecta de pisar pueden derivar en lesiones. Contar con la supervisión de un profesional puede ayudarte a perfeccionar tu técnica.
Elegir el calzado adecuado
Usar zapatillas deportivas con buena amortiguación y soporte es esencial, sobre todo en terrenos duros como el asfalto. El calzado debe adaptarse a tu forma de pisar.
Recurrir a las rodilleras
En caso de molestias o como medida preventiva, el uso de rodilleras terapéuticas puede ofrecer soporte y alivio. Consultar en la farmacia por el modelo más adecuado según el tipo de actividad es una buena opción.
Ir al médico en cuanto se sienta dolor
Ante cualquier molestia persistente, es fundamental consultar con un médico. Un control previo al inicio de la actividad también puede ayudar a detectar posibles riesgos.
ZAPATILLAS PARA RUNNING
El uso de calzado apropiado y el entrenamiento progresivo son aliados fundamentales de la salud en quienes practican running con frecuencia.
FREEPIK
Ser prudente tras una lesión
Volver a entrenar antes de tiempo puede provocar recaídas. Seguir las indicaciones médicas y respetar los tiempos de recuperación es clave para una vuelta segura al ejercicio.