Era un empresario millonario pero una crisis lo dejó sin nada y se fue a vivir a una isla desierta: quién es David Glasheen

Este magnate dejó todo atrás para empezar de nuevo. Desde Australia comenzó una nueva vida, con menos lujos y más soledad.

David Glasheen fue un exitoso empresario australiano que construyó una importante fortuna gracias a sus inversiones en minería de oro. A lo largo de los años, levantó un imperio financiero que lo llevó a disfrutar de una vida acomodada, pero su historia dio un giro abrupto durante una crisis económica que arrasó con sus activos.

Lejos de ser un golpe del que pudiera recuperarse fácilmente, el colapso de sus finanzas marcó el inicio de una serie de dificultades personales y profesionales. Finalmente, este magnate tomó una decisión drástica, por la cual decidió dejarlo todo atrás y trasladarse a una isla desierta.

Desde 1997, David Glasheen habita la Isla de la Restauración, un remoto paraje en el Parque Nacional Ma’alpiku, a más de 3.000 kilómetros de su natal Sydney. Rodeado de un entorno salvaje y con acceso limitado, el exmillonario adoptó un estilo de vida completamente distinto al que llevaba como empresario. En ese lugar construyó una cabaña equipada con paneles solares, cultiva sus propios alimentos y vive con un enfoque autosuficiente.

David Glasheen

Cuál es la historia de David Glasheen, el millonario que perdió su fortuna y ahora vive en una isla desierta

David Glasheen nació en Sydney, Australia, y desde joven trabajó para mejorar su situación económica. Incursionó en la industria tabacalera y fundó su propia marca de helados antes de encontrar su verdadera oportunidad en la minería de oro. Siguiendo una recomendación de un amigo, se dirigió a Papúa Nueva Guinea para explorar oro, logrando recaudar 2 millones de dólares para la misión. En la década de 1980, su empresa minera alcanzó un notable crecimiento, con acciones que llegaron a cotizar a 1,4 dólares en la bolsa.

Pese a esto, su fortuna cambió radicalmente con el crash financiero de 1987, el cual afectó gravemente a Estados Unidos y, al día siguiente, a Australia. En un intento por calmar a los inversores, decidió no vender sus acciones, una decisión que lo dejó prácticamente en la quiebra cuando el valor de las mismas cayó a tan solo 0,02 centavos. En medio de la devastación económica, su esposa lo abandonó, y este empresario se sumió en una profunda depresión marcada por la adicción al alcohol y constantes préstamos. Su vida quedó sumida en el caos hasta que decidió empezar de nuevo de una manera radical.

David Glasheen

David Glasheen se mudó a la deshabitada Isla de la Restauración, ubicada en Queensland. La isla, de difícil acceso, es un lugar solitario al que se llega tras un largo viaje en avión, caminos peligrosos y un breve trayecto en bote. Al llegar, contaba con un mínimo de pertenencias y comenzó a adaptarse al entorno, construyendo una cabaña y utilizando paneles solares para tener electricidad y conectarse a Internet.

Cultiva su propia comida, pesca y se las ingenia para sobrevivir en su entorno. Pese a la soledad, encontró compañía en dos maniquíes, Miranda y Phyllis, y su perro, Zeddi. Aunque ocasionalmente recibe turistas y explora citas online, pocos están dispuestos a compartir su estilo de vida aislado. Según una declaración que realizó a un medio, comentó: "La vida aquí es pacífica, segura y satisfactoria".