La actriz y cantante Ángela Torres se subió a El viaje con Diego Iglesias para recorrer su carrera y reflexionar sobre la decisión de pausar su participación en la televisión para descubrirse a sí misma en la música. Además repasó sobre sus miedos, la incertidumbre sobre el futuro y la relación con su abuela, Lolita Torres.
"No me da miedo la muerte, me da miedo la viejez", admitió Ángela Torres al seleccionar el reloj de arena entre los objetos que Diego Iglesias da a elegir a sus invitados. Para la actriz el reloj representa el paso del tiempo y eso es algo que la afecta muchísimo: "Si fuera por mi viviría en el país de Nunca Jamás de Peter Pan. Siento que es una decisión, guardar un pequeño niño interior, tenerlo presente".
En cierto punto, esa niña interior que lleva dentro Ángela es a la que, desde hace un tiempo, le presta más atención. En medio del éxito de su carrera como actriz en TV, la artista admite que ya no reconocía quién era.
"Me pasé mucho tiempo de mi vida interpretando otros personajes, poniéndole toda mi cabeza y energía en crear a esas personas. Me di cuenta que no sé quién soy", aseguró la cantante, en ese despertar ella priorizó los sueños que tenía desde que era una niña.
A partir de esto pudo reconectarse con su "Ángela chiquita", aquel deseo original que tiene desde pequeña: cantar y bailar. "Nunca presté mucha atención a mí misma, entonces arranqué terapia y estoy en ese proceso de autoconocimiento", confesó.
Algo despertó en Ángela, se abrió una puerta a un territorio desconocido y durante esta transformación descubrió ciertos aspectos de su personalidad que hasta el momento no se había cuestionado.
"Soy muy vulnerable en el amor", reconoció la actriz que estuvo en pareja por seis años pero que ahora tiene otra forma de ver y sentir.
"Me cuestioné muchas cosas, ¿cómo todos repetimos el mismo formato en el amor? Tengo que descubrir otras formas, no es fácil, tenemos muchos chips en nuestra cabeza que trabajan de forma autodestructiva", explicó: el poliamor fue para ella la respuesta a todos esos pensamientos y cuestionamientos que tenía en su cabeza.
Grandes maestras
Entre sus grandes maestros, Lolita Torres tiene un lugar muy especial en su corazón. Su abuela falleció cuando Ángela tenía cuatro años, si bien pudieron compartir pocos momentos juntas, dice que puede sentir su energía a pesar de la distancia.
"Ella era un ser de mucha luz, mucho amor. Mi abuela es como un hada madrina en mi vida, herede de ella lo más lindo que tengo", confesó la cantante.
También contó que, en uno de sus viajes por la montaña, posterior al final de "Simona", buscó desconectarse y poder volver a ella misma, antes de grabar su primer sencillo en España. Su mente se destrabó y pudo conectar, gracias a la música de su abuela, con ella misma.
El destino de Ángela parecía estar escrito desde que nació, teniendo en cuenta los artistas que componen su familia, además de Lolita, como su tío Diego Torres y su madre Gloria Carrá,
Algo que remarcó la actriz fue su complicada relación con su madre, con quien ahora asegura "fue un vínculo difícil, nos peleábamos mucho, ahora estamos aprendiendo a conocernos, a acompañarnos sin lastimarnos. Siento que es algo que pasa mucho, los vínculos con nuestros papas siempre son muy traumáticos".
¿Te gustaría tener hijos en el futuro?
-"Tengo un costado que soy medio Susanita, me gustaría tener varios hijos. Me gustaría poder criarlos en la montaña, no me veo criándolos en pleno centro. Cuando me pueda comprar algo en mi vida, me voy a comprar un terreno en el sur y espero poder educarlos ahí".