Union Pacific, la fábrica de anteojos que empezó en un garaje y hoy crea un modelo nuevo cada tres días

La PyME de los hermanos Fermani comenzó con pocos recursos en los '80 y se convirtió en uno de los exponentes nacionales de la industria óptica. En la actualidad emplea a 50 trabajadores, produce marcas propias y busca explorar nuevos mercados.

Los Fermani vieron el futuro a través de los anteojos. Comenzaron a fabricar armazones en el garaje de su casa y hoy producen más de 100 mil unidades por año.

Norberto y Sergio Fermani son los encargados de llevar adelante LGI SRL, la PyME que fundaron en 1985 junto a su padre, en ese entonces gerente de producción de una vieja fábrica de anteojos.

Los primeros pasos fueron en Villa Maipú, provincia de Buenos Aires, y a medida que crecieron en el mercado interno lograron mudarse a una planta más amplia en Villa Lynch, donde hoy están establecidos.

“Empezamos haciendo un producto popular, subíamos al colectivo y veíamos diez anteojos nuestros”, cuenta Sergio en el primer capítulo de Hecho en Argentina.

LGI comercializa para otras empresas y tiene 3 marcas propias muy populares: Union Pacific, Tiffany y Paul Riviere. Además, es pionera en tecnología y diseño en la región y es uno de los exponentes de un rubro no tradicional. Sus productos son distribuidos en más de 2.000 puntos de venta en todo el país.

Con el apoyo de la línea de proyectos estratégicos de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores (SePyMe) del Ministerio de Desarrollo Productivo, la empresa planea ampliarse con un laboratorio de innovación y desarrollo para poder acceder a nuevos mercados.

En la actualidad, emplean a 50 trabajadores y fabrican un modelo nuevo cada tres días. “Para que un país sea grande lo que necesita es crear valor”, suma Norberto, y cierra: “Somos una familia dedicada a la salud visual y hace muchos años que apostamos a la industria”.

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