Derrumbe salarial para 1.000 millones de trabajadores en 50 países

En promedio, cada asalariado perdió 685 dólares durante todo el 2022, porque los sueldos no subieron al ritmo de la inflación. Mientras, directores ejecutivos engrosaron sus bolsillos a niveles escandalosos.

Cuando el mundo se detuvo por la pandemia, muchos tuvimos la ingenua esperanza de que algo podía cambiar. El hecho de tener una incontable masa de trabajadores encerrados en sus casas invitaba a creer que, con más tiempo para reflexionar, se encendería la mecha para exigir otro modelo económico, o, por lo menos, una repartija menos desigual.

La ilusión duró poco. Ya para el primer año vimos cómo la realidad contrastaba con esta idea romántica del Covid-19 y al culminar el estado de emergencia global por el virus, se confirmó que de la pandemia salimos bastante peores. De hecho, durante todo el 2022, unos 1.000 millones de trabajadores de 50 países vieron caer sus salarios.

El dato surge de una publicación reciente de Oxfam, una confederación global de organizaciones no gubernamentales. En concreto, sostiene que la pérdida de ingresos fue del 3,19%, y esto se explica porque las remuneraciones no crecieron al ritmo de la inflación. Algo que, a mayor escala, los argentinos conocemos bastante bien.

En el plano internacional, cada asalariado perdió una cifra media de 685 dólares el año pasado, lo que representa en conjunto unos 746.000 millones de dólares. Dicho de otro modo, es como si se hubiesen trabajado seis días gratis. Para obtener esos números, siempre medidos en promedio, la agrupación se basó en informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y estadísticas oficiales de diversos Estados.

Veamos algunos ejemplos. En Brasil, los sueldos se derrumbaron un 6,9%, “lo que equivale a 15 días de trabajo sin remunerar”, advierte Oxfam. En Estados Unidos y Reino Unido, el recorte promedio en el salario real fue del 3,2% (casi siete días de trabajo no remunerado) y del 2,5 % (cinco días), respectivamente. Sin embargo, a algunos les fue bastante mejor.

Una fiesta a la que no estamos invitados

Esta confederación publicó datos de ciertos países para mostrar un contraste: el placentero presente de muchos empresarios, que agrandaron sus bolsillos a pesar de la crisis global. O gracias a ella.

El informe dice que “150 de los ejecutivos mejor pagados de India recibieron un promedio de un millón de dólares” en 2022, significando un aumento real del 2 % desde 2021. “Un solo ejecutivo indio gana en tan solo cuatro horas más que un trabajador medio en todo un año”, alerta.

En Estados Unidos, 100 de los directores ejecutivos mejor remunerados tuvieron ingresos de 24 millones de dólares en promedio, el año pasado. Así, mientras el salario de gran parte de los trabajadores caía, los jerárquicos tuvieron un aumento real del 15 %. “Un trabajador medio tendría que trabajar 413 años para igualar el salario anual de uno de los directores ejecutivos mejor pagados del país”, señala el reporte.

Los ricos del Reino Unido también tuvieron una “paritaria” muy buena. En efecto, 100 de los empresarios mejor pagados “amasaron en promedio 5 millones de dólares –cada uno–, y percibieron un aumento real del 4,4 %, siendo 140 veces más de lo que percibe un trabajador medio”.

En Sudáfrica, esta clase de directivos tuvo sueldos de unos 800.000 dólares al año en 2022, 43 veces más que un asalariado común y corriente. Esto significa que, los que están arriba en la pirámide, agrandaron sus ingresos reales en un 13 %, comparado con el año anterior.

Gran año para los accionistas

El mundo financiero también refleja esta inequidad. Mientras la clase media global se vio más empobrecida, algunos multimillonarios se hicieron más multimillonarios: “Los dividendos de los accionistas alcanzaron un récord de 1,56 billones de dólares en 2022, un aumento real del 10 % en comparación con 2021”, afirma Oxfam.

Los defensores de la teoría del derrame dirían que, si hay compañías que aumentan su valor, eso traería mejores salarios para todos los suborinados. Pero no: “Las grandes empresas de Estados Unidos repartieron 574.000 millones de dólares entre sus accionistas, más del doble del recorte salarial real. Los accionistas en Brasil percibieron 34.000 millones de dólares, prácticamente la cantidad que las y los brasileros perdieron en términos de salario real”.

Amitabh Behar, uno de los referentes de Oxfam, concluye: “Las y los trabajadores están cansados de ser el chivo expiatorio cada vez que hay una crisis. El pensamiento neoliberal culpa de la inflación a todo el mundo excepto a las grandes empresas que se están beneficiando de la misma”.

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