El julio el consumo masivo sufrió una caída del 4,3% interanual a nivel nacional, según un relevamiento de la consultora Focus Market. Sin embargo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el impacto fue más duro y las ventas se hundieron un 11,7% en comparación con el mismo mes de 2024.
El informe, basado en el relevamiento de ventas en 756 supermercados y autoservicios de todo el país, detectó que el retroceso se suavizó si se compara con junio de este año, mes contra el cual se registró un repunte del 3,4%. Ese alivio parcial estuvo impulsado por el pago del medio aguinaldo a más de seis millones de asalariados privados, 3,5 millones de empleados públicos y seis millones de jubilados y pensionados. Una bocanada de ingresos extraordinarios que permitió, por unas semanas, mover la rueda del consumo.
En pesos corrientes, la facturación empresarial creció un 24% interanual en julio, y un 41,3% en el acumulado de los primeros siete meses del año. Sin embargo, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, motor de las ventas minoristas, subieron 30,6%, todavía por debajo de la inflación general del 36,6% informada por el Indec.
El ticket promedio se ubicó en $8.795, un 34% más que en julio de 2024, aunque la cantidad de tickets emitidos cayó un 7,4% interanual. Las familias, en cambio, compraron un 6% más de unidades por cada ticket, una señal de compras más puntuales pero menos frecuentes.
Por formato, el consumo en autoservicios chicos y medianos creció más de 21%, mientras que en los de mayor superficie y en las tiendas “self-independientes” la suba rondó entre el 15% y el 17%. En el desglose por rubros, los alimentos ganaron peso en facturación (de 63,6% a 64%), al igual que las bebidas (de 20,6% a 20,8%), mientras que el cuidado personal y la limpieza retrocedieron levemente.
En términos de volumen, las categorías de limpieza, cuidado personal y alimentos avanzaron, mientras que las bebidas cedieron dos puntos porcentuales, pasando de representar el 45,8% del consumo al 43,8%.
Para Damián Di Pace, director de Focus Market, la foto del consumo muestra una “normalización” de hábitos: menos acopio, compras más frecuentes y ajustadas a la necesidad inmediata. El problema es que esa “normalidad” llega con un derrumbe histórico en el principal mercado consumidor del país.