Boca apostó fuerte en 2016 por reforzar su mediocampo con un jugador que venía de ser campeón de América. El club de la Ribera lo presentó como un fichaje estelar, con técnica, despliegue y proyección internacional. Sin embargo, el tiempo terminó mostrando una historia muy distinta a la que se esperaba.
Las oportunidades para Sebastián Pérez fueron escasas, las lesiones jugaron un papel clave y el ciclo bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto no le dio el rodaje necesario. A eso se sumó una decisión personal que, lejos de ser comprendida, generó recelos en el entorno futbolero: el cambio en su alimentación.
Con el correr de los años, aquella figura prometedora fue perdiendo protagonismo. Tras varias cesiones, encontró lugar en Portugal, donde actualmente milita en Boavista, club que cerró la última temporada en el fondo de la tabla y descendió.
El paso de Sebastián Pérez por Boca
La relación entre Sebastián Pérez y Boca fue breve pero intensa. Llegó con credenciales de campeón y una promesa de buen fútbol, pero nunca logró afianzarse. La rotura de ligamentos cruzados en abril de 2017 fue un punto de quiebre. Durante su recuperación, adoptó una alimentación vegana, lo que, según él, generó incomodidad en el entorno del club.
“Sabía que iban a venir este tipo de comentarios. Decían: ‘es el 5 de Boca, cómo va a ser vegano, tiene que comer asado’”, explicó años más tarde. Aunque afirmó que el cambio en su dieta lo ayudó a recuperarse más rápido, nunca volvió a tener espacio en el primer equipo.
En 2018, fue cedido a Pachuca de México y luego inició una serie de préstamos por diferentes clubes. Uno de ellos fue Boavista, de Portugal, que terminó comprando su pase. Desde entonces, permanece en el equipo luso, que actualmente atraviesa una mala racha y finalizó último en la tabla de posiciones, profundizando el declive deportivo del volante colombiano.