La solución poco tenida en cuenta para cuando hay problemas de Wi-Fi

Es una alternativa más confiable y rápida. Aunque muchos no la eligen, puede mejorar el rendimiento del servicio.

La mayoría de las personas recurre al Wi-Fi como método predeterminado para conectarse a internet en casa. Sin embargo, cuando surgen fallas frecuentes en la señal, baja velocidad o interrupciones durante tareas importantes, existe otra opción más confiable que suele pasarse por alto. Se trata del uso del internet por cable.

Conectarse mediante un cable Ethernet ofrece una importante ventaja en cuanto a rendimiento, estabilidad y seguridad. Si bien instalarlo puede implicar una inversión inicial más alta, los beneficios en velocidad y respuesta lo convierten en una alternativa ideal para quienes trabajan desde casa, juegan en línea o simplemente desean evitar cortes.

Aunque la conexión inalámbrica es muy práctica y cubre amplias zonas, no siempre es la más eficiente. En determinadas situaciones, una red que incluya un cable puede marcar la diferencia en la calidad del servicio.

router wifi.jpg

Por qué el internet por cable puede ser la solución a los problemas de Wi-Fi

Una conexión Ethernet permite aprovechar al máximo la velocidad contratada con el proveedor, ya que reduce al mínimo las interferencias y la pérdida de señal. Mientras que las redes Wi-Fi reparten su capacidad entre todos los dispositivos conectados, el cable ofrece un canal directo que puede alcanzar hasta 10 Gb/s si se usa un cable de categoría 6. Incluso con cables más económicos como el Cat5e, es posible lograr hasta 1 Gb/s.

Otro punto que marca la diferencia es la latencia, el retardo entre que se envía una señal y se recibe una respuesta. En juegos en línea, por ejemplo, una menor latencia evita cortes o retrasos. En este aspecto, la conexión por cable es mucho más consistente que la inalámbrica, lo que mejora notablemente la experiencia.

La red Ethernet también destaca por su seguridad. Al tratarse de una conexión física, resulta más difícil de vulnerar que una red Wi-Fi, que puede ser interceptada si no cuenta con contraseñas fuertes o cifrado adecuado.

Ethernet

En cuanto al alcance, si bien el Wi-Fi cubre mayores áreas gracias a los extensores, esa misma amplitud puede generar interferencias, sobre todo en ambientes con paredes gruesas o muchos dispositivos conectados. El cable, en cambio, garantiza estabilidad en el punto donde se conecta el dispositivo.

Si bien implementar una red cableada implica un gasto inicial, a largo plazo puede resultar más conveniente para quienes priorizan rendimiento. Su elección dependerá del uso que se le dé al servicio. Pero si los problemas con el Wi-Fi son frecuentes, volver al cable puede ser la mejor opción.

DEJA TU COMENTARIO: