La crisis afecta a miles de familias en Argentina, los sueldos no alcanzan y las postales de la crisis se ven diariamente. A raíz de esto, Susana, junto a tres amigas, decidió destinar el fondo de su casa para armar una huerta. Entre ellas cultivan vegetales y ayudan a los vecinos. "Está muy jodida la situación, no le alcanza a la gente para vivir", aseguraron.
"Esta huerta no solo ayuda a estas cuatro familias, sino a muchas familias del barrio", explicó el periodista Justo Lamas, quien pudo entrevistar a las protagonistas.
"Para ayudar a las chicas, nos ayudamos entre nosotras. Creamos las verduras, las vendemos y las repartimos entre los vecinos", comenzó a relatar Susana. En la extensión de tierra disponible suelen cultivar, zapallos, espinacas, lechuga, tomates, acelga, cebolla, puerros, radicheta, rabanitos, etc.
En esa misma línea coincidió su amiga Laura: "Acá hay una seguridad de tener nuestra propia verdura y poder alimentar a nuestros hijos", esto permite que puedan cocinar desde tartas, tortilla de espinaca hasta ravioles con la hoja de la remolacha.
Las semillas y la tierra para cultivar son entregadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a la huerta, explicó otra de sus integrantes llamada Flavia. También contó que en un principio existían cuatro huertas en total, tres de ellas cerraron porque "no se hace responsable el Gobierno que hay ahora con nuestro seguro de vida".