La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) continúa avanzando en sus esfuerzos por explorar Marte y, en un nuevo giro en sus investigaciones, está buscando una manera más rápida y económica de traer rocas desde el planeta rojo. A través de este ambicioso proyecto, la agencia espacial busca optimizar sus misiones para mejorar los costos y el tiempo necesario para traer muestras de Marte a la Tierra.
Con el potencial de revolucionar futuras misiones, los avances en este área podrían redefinir los límites de lo que es posible en la investigación científica interplanetaria. Esto abriría puertas a una comprensión más profunda sobre la geología marciana y posibles signos de vida pasada en el planeta.
Cómo es el nuevo método que propone NASA para traer muestras desde Marte
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El administrador Bill Nelson presentó el martes un proyecto revisado, menos de dos semanas antes de dejar su cargo como jefe de la NASA cuando el presidente electo Donald Trump asuma la presidencia. Nelson explicó que canceló el plan original de retorno de muestras meses atrás debido a los elevados costos y la imposibilidad de obtener algo de Marte antes de 2040.
En respuesta, la NASA solicitó el año pasado a la industria y a otras entidades que propusieran alternativas más eficientes para asegurar que las muestras recolectadas por el rover Perseverance lleguen a la Tierra en la década de 2030, mucho antes de que los astronautas visiten el planeta rojo.
La agencia espacial evaluó dos opciones con un costo estimado entre 6.000 millones y 7.000 millones de dólares, incluyendo una que incorporaría diseños innovadores de socios comerciales. Aunque el número de naves espaciales y lanzamientos se mantendría constante, la NASA aseguró que las nuevas propuestas simplificarían la misión.
Desde su aterrizaje en 2021, Perseverance ha recolectado más de dos docenas de muestras, las cuales forman parte de una operación prioritaria de la NASA que busca señales de vida microscópica antigua en Marte.
Los científicos esperan poder analizar estas muestras, que provienen del antiguo delta fluvial seco del planeta, en laboratorios de la Tierra. La decisión final sobre el proceso se tomará el próximo año, una vez se realicen estudios de ingeniería que detallen cada una de las opciones propuestas.