Javier Milei y una semana política con resultados dispares en medio del ajuste

En la peor semana de las cuatro que han pasado desde que Javier Milei es presidente, el oficialismo logró una módica victoria en el Congreso al acordar con el PRO, el radicalismo y el peronismo de derecha para quitarle lugares a Unión por la Patria en las comisiones que tratarán la Ley Ómnibus y encaramar, además, a José Luis Espert como presidente de la estratégica comisión de Presupuesto.

El de Espert es un caso casi inédito en la historia parlamentaria porque según el sistema D’ Hont -acordado como regla en la sesión preparatoria en Diputados y echado por tierra por la componenda oficialista- ni siquiera debería integrar la comisión. Muchísimo menos presidirla. Esta pequeña victoria podría dar una idea de futuras alianzas en el plan hegemónico del Gobierno, pero está claro que éstas no serán automáticas. Una muestra de eso tuvo la presidenta del Senado, Victoria Villarruel. A la rapidez y el consenso que logró en la elección de autoridades de la Cámara y en la conformación de comisiones le siguió una derrota -o al menos una dilación- en su búsqueda de avanzar con temas como boleta única de papel o doble imposición para quienes comercian con Luxemburgo y Japón.

diputados espert 4 de enero

Las ínfulas autocráticas del Gobierno comienzan a chocar con la evidencia de que la negociación también es necesaria para un proyecto tan osado como el de Milei. La llegada del mega DNU al Congreso para ser tratado por la bicameral de Tratamiento Parlamentario, mostrará nuevos escenarios en los que ciertos entendimientos entre Unión por la Patria y Hacemos Coalición Federal pueden ponerse de manifiesto.

Mientras tanto, el radicalismo comienza a ser menos enfático en su crítica a las formas poco republicanas de La Libertad Avanza. Evidentemente, que Milei haya acusado a ciertos diputados de estirar los plazos para conseguir coimas no ofendió en demasía a un bloque permanentemente atacado por el presidente pero muy propenso a acordar.

Miguel Ángel Pichetto ha mantenido sus críticas al DNU y allí parece haber un camino para que el panperonismo rechace en el Congreso lo que ya está frenando en la Justicia. En este contexto, no es casual que el laboral haya sido el primer fuero que le puso un freno al mega decreto, a partir de sendas presentaciones de la CGT y la CTA.

El capítulo vinculado al trabajo es el único suspendido hasta el momento pero presentaciones similares se hacen desde sectores tan disímiles como la Federación Argentina de Municipios, las cámaras de empresas turísticas, los farmacéuticos, entre muchos otros.

pichetto

Milei ya ha recibido un par de respuestas políticas del establishment a su pretensión de refundador a la Argentina. La Justicia como guardiana del status quo parece haberle hecho una advertencia tanto en el guiño del Contencioso para que todos los sectores que se sientan afectados por el DNU se puedan presentar por separado como con la promesa de la Corte de que se ocupará de su Constitucionalidad.

Además, el hecho de que haya tantos sectores de la sociedad que se sientan afectados y estén dispuestos a interponer amparos se une a la incipiente respuesta callejera al ajuste y el alza de precios indiscriminada, llenando de urgencias al Gobierno.

protesta fondo nacional de las artes

télam

Por eso, la reunión de Guillermo Francos con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, luego de la queja de los mandatarios patagónicos por el capítulo de desregulación pesquera de la Ley Ómnibus parece mostrar un nuevo camino de negociación en el gobierno de Milei.

Después de la reunión, el propio funcionario admitió que se revisarán los puntos cuestionados por los gobernadores. Esta vía, saludable e imprescindible en cualquier proceso democrático, no está exenta de contradicción porque el propio Milei había anticipado que no se admitirían grandes cambios al mega proyecto. La elección de personajes como Espert y el dipu troll Fernando Iglesias para presidir comisiones tampoco parece abonar la idea de que se buscará el consenso y la concordia en el Parlamento.

¿Podrá Unión por la Patria volver a lograr músculo legislativo en este contexto o el quietismo posibilista del gobierno de Alberto Fernández lo seguirá condenando a una participación testimonial, aún siendo la primera minoría? El modo en que les arrebataron lugares importantes de participación esta semana hace temer lo segundo, pero los errores del oficialismo, su intransigencia y la propia dinámica social de respuesta al ajuste bestial de Milei, pueden otorgar otras oportunidades de representación.