En el universo laboral no existe sólo la violencia física, hay otra tipo de violencia encubierta en la prepotencia del que tiene el capital frente al que cuenta únicamente con sus brazos para desarrollar su trabajo.
En el universo laboral no existe sólo la violencia física, hay otra tipo de violencia encubierta en la prepotencia del que tiene el capital frente al que cuenta únicamente con sus brazos para desarrollar su trabajo.
Un tipo de esclavitud que ya no es la de las cadenas y los barrotes de una cárcel, sino que se manifiesta en la explotación de la necesidad de una persona. Algo gravísimo, porque la dignidad del ser humano debe estar por encima de todos los derechos. Un ejemplo claro es cuando el empleador no registra a un trabajador, lo que llamamos comúnmente "trabajador en negro".
Este problema social no se debe a la gestión de uno u otro gobierno, es más bien la incapacidad estructural del Estado en controlar la aplicación de las leyes, lo que significa que, pese a que no sea la intención de los funcionarios, se violen los derechos de una y otra manera.
Un modo de medir cuán justo o injusto es el sistema laboral es analizar cómo participan los trabajadores en el Producto Bruto Interno (PBI).
Tomando las estadísticas oficiales, encontramos que:
Obviamente, al mismo tiempo la participación de las empresas en ese producto ascendió:
¿Qué nos sucede? ¿Cómo podemos remediarlo? Soy oficialista y seguiré votando al Frente de Todos o a la denominación que lleve esa corriente política en las elecciones, pero tenemos que encontrar una solución a este problema.