Qué es y cómo se transmite Chandipura, el virus que ya mató más de 50 personas en India

El virus se asocia principalmente con brotes de encefalitis, una inflamación del cerebro, especialmente en niños. El brote en el país asiático preocupa al mundo entero.

El Gobierno de la India informó que al menos 59 personas murieron durante los últimos 30 días a causa del síndrome de encefalitis aguda (AES, por sus siglas en inglés) que estaría vinculado al brote del virus Chandipura (CHPV) en ese país.

A través de un comunicado, el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar del país asiático señaló que en junio y julio se registraron 148 casos de encefalitis, de los cuales 140 aparecieron en el estado de Gujarat.

El documento oficial también destacó que, del total de casos notificados, “se ha confirmado la presencia del virus Chandipura en 51 pacientes”. Esta infección afecta principalmente a menores de 15 años y aunque sus síntomas iniciales se parecen a los de una gripe común, puede causar un rápido deterioro neurológico.

Gajendra Singh Khinvsar, el ministro de Medicina y Salud indio, ordenó a las autoridades que se tomen medidas estrictas para prevenir una mayor propagación de la enfermedad.

El mosquito Phlebotomus transmite el virus Chandipura

Qué es el virus Chandipura y cuáles son sus síntomas

El virus Chandipura (CHPV), de la familia Rhabdoviridae y del género Vesiculovirus, fue identificado por primera vez en la India en 1965 y recibió su nombre de la aldea de Chandipura en Maharashtra, el primer sitio donde se registró un caso.

Es una infección que puede causar fiebre alta, dolores de cabeza intensos, vómitos y, en los casos más graves, encefalitis, una inflamación del cerebro que es potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.

Se cree que el virus es transmitido por mosquitos, principalmente del género Phlebotomus, y la transmisión de persona a persona no resulta muy común. El periodo de incubación suele ser corto, de entre 24 y 48 horas, y los síntomas comienzan a manifestarse de forma repentina.

El virus tiene una alta tasa de letalidad, especialmente entre los niños, y algunos brotes han registrado tasas de mortalidad de hasta el 70%, por lo que son necesarias una detección e intervención tempranas.

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