El dólar en la mira: las señales de alerta que anticipan meses de mayor tensión

El revés del Gobierno en el Congreso, el fin de la reducción de las retenciones en el agro, la inyección de pesos por desarme de LEFIs, y la suba por atesoramiento hicieron de julio el mes del despertar cambiario. Del "comprá, campeón" de Caputo a la suba de tasas: las razones de un esquema cambiario con miedo a flotar y que parece no cambiar hasta las elecciones.

Desde que el gobierno de Javier Milei levantó el cepo cambiario el 14 de abril de 2025 -eliminando restricciones que limitaban el acceso al dólar oficial-, la gestión libertaria no había enfrentado una turbulencia cambiaria tan intensa como la de julio, dentro del nuevo esquema de bandas flotantes.

Con la desinflación como premisa y "el equilibrio fiscal no se negocia" como punta de lanza, la gestión libertaria priorizó sus metas fiscales y tropezó con varios escollos en el sexto mes del año que le metió presión a la divisa norteamericana, tras haber llegado a fin de junio en un nivel similar al del día del anuncio del programa con el FMI el 14 de abril. Sin embargo, el panorama se enrareció.

El revés del Gobierno en el Congreso, donde por primera vez desafiaron el ajuste fiscal libertario, sumó ruido político a un escenario económico con señales de alerta tras la recomendación de JP Morgan de salir del carry trade bendito, el incentivo para mantener a los ahorristas en pesos. En medio, el ministro Luis Caputo ironizó con un aparente tipo de campo atrasado y chicaneó: "El dólar está flotando, si está barato, comprá, campeón".

El retail le hizo caso y desafió esa frase del primer semestre de "secar la plaza de pesos". Desde la salida del cepo y el final del crawling peg del 1% mensual, a mediados de abril, el dólar mayorista subió 18%. Sólo en el último mes escaló 10%. Mientras, el peso se depreció un 7% contra el dólar en lo que va de julio.

El mal timming del Gobierno tuvo un nuevo capítulo con el desarme de las LEFIs, una herramienta clave para cortar una de las principales fuentes de emisión monetaria, contribuyendo al objetivo de emisión cero y a la estabilización de la base monetaria amplia. Esto liberó pesos a los bancos que inundaron el mercado y llevó al equipo económico a la intervención en el mercado de futuros y en la curva de pesos.

Los interrogantes son varios: la dinámica del mercado cambiario una vez finalizada la temporada alta de agrodólares, momento en el que los argentinos dolarizan parte de sus carteras de inversión, la incertidumbre por la financiación de un déficit de cuenta corriente que va en aumento y el atesoramiento por parte de los individuos, que acumularon en abril y mayo más del doble que desde noviembre de 2019 hasta marzo de 2025. El aguinaldo seguramente potenciará esta tendencia en los datos de junio y julio.

TMAP: "Tasas Muy Altas, Pablo"

El Gobierno anunció el resultado de la licitación extraordinaria de instrumentos en pesos a tasa fija que llevó a cabo tras el desarme de las LEFIs con los bancos, que provocó una baja de tasas en el mercado y una presión en el tipo de cambio: logró adjudicar $4,7 billones y convalidó una tasa altísima, de casi 48% en la letra más corta.

El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, brindó los resultados de la licitación fuera de programa con el objetivo de absorber los pesos de los bancos, principales tenedores de LEFIs tras el desarme de los instrumentos que llevó al Gobierno a intervenir en el mercado de futuros, a operar Lecaps y Boncaps en el secundario y a volver a los pases remunerados a 1 día para contener el vendaval de pesos, ofreciendo pases diarios a los bancos para que coloquen sus pesos excedentes al 36% anual.

La licitación dejó una fuerte suba de tasas con respecto al valor que se maneja en el mercado (un plazo fijo ronda el 26% TNA). Con valores de entre 40,9% y 47,8% TEA, el Gobierno debió cerrar rendimiento mucho más altos a cambio de estacionar liquidez por apenas dos o tres meses, con tasas reales positivas altísimas. Para poner en evidencia el alza, las LEFIs se operaban a una tasa de 29%.

El año económico termina en octubre

Según la consultora 1816, en el segundo semestre hay varios factores que se reflejaran en una menor oferta de dólares en el mercado de cambios. La estacionalidad en la liquidación del agro en la segunda parte del año es menor a los primeros 6 meses. Este año se agrava este efecto por la suspensión en la rebaja de retenciones al agro (soja y maíz), que implicó un adelantamiento de aproximadamente u$s4.500 millones de dólares en la liquidación de divisas. Por otra parte, el balance energético disminuye en el invierno por incremento en la importación de gas (especialmente).

Además, agregó: "Se espera una mayor demanda de dólares en la previa electoral y de turismo en el exterior (en julio). La combinación de estos factores implica una presión al alza en el mercado de cambios en la segunda parte del año. Esto le puede dar un impulso a la inflación y afectar a la economía real".

El cierre de carry trades, la fuerte caída de las exportaciones agrícolas, la necesidad de comprar al menos algunos dólares por parte del Gobierno para mantener contento al FMI y la dolarización pre-electoral presagian más presiones para el peso. Y se sabe, en este país el dólar no baja, siempre está tomando envión.

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