Entrevista de Fabián Rodríguez y Lautaro Segura.-
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Entrevista de Fabián Rodríguez y Lautaro Segura.-
"Nosotros queríamos jugarlo, más allá del momento del país. Teníamos esa dualidad de ser un poco egoístas y pensar solamente en nosotros y en la gente Racing. Nos enteramos de todos los problemas que había, pero vivíamos en otra", le explicó Martín Vitali a C5N.com desde Brasil. El exlateral derecho de la Academia realizó un ejercicio de la memoria hacia esos días calientes y tristes para la sociedad argentina, que contiene a millones de racinguistas que vivieron ese fin de 2001 con una doble intensidad: sufrieron la crisis y también festejaron un campeonato luego de 35 años.
Han pasado dos décadas del torneo Apertura 2001. Ese título histórico, que le posibilitó a Racing Club cortar la sequía sin vueltas olímpicas desde 1966. Y justo ocurrió en medio del estallido social, económico y político del país. Aquellos días de fines de diciembre marcaron a varias generaciones por las renuncia del presidente Fernando De la Rúa, la confiscación de los ahorros, los saqueos, los fallecimientos por la represión policial y la angustia del pueblo argentino.
Incertidumbre. Ése era el sentimiento reinante para los argentinos de cara al futuro. Y también para los hinchas de Racing, que esperaban con ansias ese último partido con Vélez en Liniers para coronar la campaña realizada bajo el mando de Reinaldo Merlo. El equipo de Mostaza llegó a la última fecha del campeonato de Primera División como único puntero, pero la crisis postergó la disputa de la fecha 19. "Veías el país en crisis y quizás te cruzabas con hinchas de Racing diciendo 'hay que ser campeones'. En medio del sufrimiento también había una necesidad de coronar ese título", describió Pelotín.
Las masivas protestas, los cacerolazos y el "¡que se vayan todos!" se adueñaron las calles del país. Vitali no le dio la espalda a la situación y decidió participar de las marchas que se replican en cada punto del país: "Siempre me gustó la política. Mostaza nos aconsejaba que nos quedemos en nuestras casas, que no salgamos y que nos enfoquemos en el partido. Pero ese día agarré el Palio tres puertas, desde Morón me subí a la autopista y fui. Me sumé como un curioso joven tratando de entender. Si bien tenía a mis padres, hermanos y amigos que les afectaba, yo por ser jugador de fútbol y de un equipo de Primera División estaba dentro de todo contenido por la parte económica".
"Te llega toda la bronca y la frustración de tus seres queridos y de la gente. La televisión te va llenando de información y fui. Bajé antes de Entre Ríos y estacioné el auto. Caminé por avenida San Juan, pero no fui a la Plaza. Volví como a las 2 de la madrugada", rememoró el exfutbolista sobre los hechos que marcaron ese 19 de diciembre de 2001.
Tras la caída de De la Rúa, Ramón Puerta asumió la presidencia y entre los numerosos decretos que firmó se encontraba la chance de que se jugara Vélez-Racing y River-Rosario Central. El 27 de diciembre de 2001, en el estadio José Amalfitani, la Academia empató 1-1 con el Fortín y logró el título más ansiado. Fue el reencuentro con la gloria, el volver a ser. Una sonrisa en medio del sufrimiento.
Y un festejo que llevaba 35 años de espera, por lo cual generó que los hinchas llenaran la tribuna visitante de la cancha del "Fortín" y también el Cilindro de Avellaneda. Así lo recordó Vitali: "Fue un desahogo. Es un estado elevado, es muy difícil describirlo. Nunca más tuve esa sensación. Pero sí te invade una energía super positiva, una alegría. Una satisfacción personal, de estar orgulloso de vos mismo, de que pudiste llegar a lograr algo con lo que uno de sueña. Uno no sabía lo que era ser campeón con Racing”.