China acusó este miércoles a Japón de aumentar las tensiones entre ambos países después de que se ordenara el despliegue de misiles en el archipiélago de Nansei, unas islas cercanas a Taiwán, y advirtió que "aplastará" cualquier intento de injerencia externa en lo que considera un asunto interno.
Peng Qing'en, vocero de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado -el Ejecutivo chino- calificó la decisión de Tokio de “provocación extremadamente peligrosa” y denunció que Japón “está creando tensión y avivando la confrontación militar” en una zona a solo unos 110 kilómetros de la isla autogobernada.
“Tenemos la firme voluntad, la determinación y la capacidad para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de China y para aplastar cualquier intento de injerencia externa”, afirmó Peng durante una conferencia de prensa realizada este miércoles. Luego, acusó a la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, de vulnerar el espíritu de su Constitución pacifista y de avanzar hacia “la expansión militar”, impulsado por “fuerzas derechistas que buscan liberarse de las restricciones de posguerra”.
El vocero recordó que la Proclamación de Potsdam, tras la derrota nipona en la Segunda Guerra Mundial, prohibía el rearme japonés y aseguró que su evolución “ha despertado alarma en la comunidad internacional”.
Hasta el momento no se determinó una fecha concreta para el despliegue de los misiles japoneses que son capaces de interceptar amenazas aéreas a una altura de 50 kilómetros. De todos modos, forma parte de unas 14 nuevas unidades antimisiles que el gobierno de Takaichi dispuso instalar hasta el año 2031 para triplicar sus sistemas de defensa en una zona de especial interés estratégico.
Las advertencias chinas sucedieron en un momento de extrema tensión con Japón, luego de que la primera ministra nipona sugiriera semanas atrás que un ataque de Pekín contra Taiwán podría justificar la intervención de Tokio.
China exigió que Takaichi se retractara, convocó al embajador nipón y emitió avisos oficiales para que sus ciudadanos no viajen a Japón. Por su parte, Tokio no solo que no se retractó. Además, defendió el despliegue de los sistemas de defensa antimisiles en el archipiélago de Nansei.