El avance de la tecnología hace que cada vez cambiemos el celular más seguido y, como resultado, es común que en todas las casas haya cargadores viejos en algún cajón. Lo que muy pocas personas saben es que estos aparatos pueden resultar una joyita, ya que tienen cinco usos prácticos que podés aprovechar.
De hecho, se pueden encontrar cargadores de celular viejos a la venta en plataformas de e-commerce, con precios que van desde los $3.000 hasta los $12.000. Los más buscados son los modelos originales de marcas como Nokia, Sony Ericsson, Motorola, Apple y Samsung.
También se destacan aquellos que usan conectores poco frecuentes, como los de 3,5 mm, pines redondos o formatos propietarios que ya no se fabrican. Estos son demandados por personas que los necesitan para dispositivos que aún funcionan, además de técnicos y coleccionistas que buscan piezas originales.
Si tu cargador viejo está en malas condiciones y no vas a usarlo ni venderlo, es importante que no lo tires a la basura junto con los residuos comunes, ya que contiene materiales que pueden contaminar el medio ambiente. Lo correcto es llevarlo a un punto verde o a empresas especializadas en recuperación y reciclaje de residuos tecnológicos.
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Los 5 usos prácticos que se le puede dar a un cargador de celular viejo
Una vez que cambiaste el celular, podés usar el cargador viejo para cinco usos prácticos, ya sea dentro del hogar o en otros proyectos. El primer paso, en todos los casos, es comprobar que siga funcionando correctamente.
- Usarlo como fuente de alimentación para pequeños dispositivos, por ejemplo adaptador de corriente para luces LED, radios portátiles, routers antiguos o parlantes de baja potencia.
- Usar la salida USB estándar para recargar baterías externas, portátiles o power banks.
- Usarlo en proyectos de electrónica o robótica como fuente de alimentación para pequeños robots, sensores o placas Arduino.
- Usarlo como cargador alternativo para dispositivos secundarios como un lector de libros electrónicos, auriculares inalámbricos o juguetes recargables.
- Desarmarlo para extraer y aprovechar conectores, cables o resistencias, piezas que resultan muy útiles para las personas que reparan electrónica de forma amateur o profesional.