La consola PlayStation 5 y otras de última generación, como la Xbox Series X, enfrentan un serio retraso en su producción debido a la escasez de uno de sus principales componentes: los semiconductores.
La escasez de microchips comenzó durante el primer semestre de 2020, cuando la demanda de productos electrónicos se disparó debido a la pandemia y el confinamiento. Estos elementos son fundamentales para fabricar las consolas, pero también smartphones o incluso autos.
Intel es uno de los principales fabricantes de semiconductores a nivel mundial y es quien provee los microchips para PlayStation 5 y Xbox Series X. Su CEO, Pat Gelsinger, acaba de reconocer que los problemas de fabricación y escasos recursos no se van a solucionar hasta 2024.
Originalmente Intel había anunciado que la crisis se terminaría en 2023. En enero de este año los plazos de entrega de los semiconductores habían empezado a acortarse, lo que significó la primera mejora en la situación desde 2019.
Sin embargo, la tendencia se rompió y los tiempos de espera volvieron a estirarse. Actualmente las compañías tienen que esperar entre 26 y 35 semanas para recibir su pedido de microchips, dependiendo del sector de la industria al que pertenezcan.