Los Juegos Evita, el torneo que integró a los niños al deporte: desde la aparición de Diego Maradona a la creación del club Sacachispas

El gobierno de Juan Domingo Perón creó la competencia, que recibió el nombre de la “Abanderada de los humildes”, y fue una política de Estado para incluir a los jóvenes del estrato social más bajo: no solo disputaban el campeonato, sino que les hacían chequeos médicos y les daban indumentaria.

Hace casi ocho décadas, se dio un puntapié histórico: se crearon los Juegos Evita, una herramienta política que pensó al deporte como motor social de integración para los niños y los jóvenes con menos recursos. La intención fue darle oportunidades a los más pobres y, a la vez, brindarles valores a través de la práctica de diferentes disciplinas como la solidaridad, el respeto y el compromiso colectivo.

La competencia deportiva nació en 1948, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, con el respaldo de la Fundación Eva Perón. Así, se iniciaron como campeonatos infantiles de fútbol de Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, que permitió a miles de chicos y adolescentes de entre 11 y 14 años jugar –y conocer- estadios de Primera División como el Monumental de River, la Bombonera de Boca, el Viejo Gasómetro de San Lorenzo, la Doble Visera de Independiente y el Tomás Ducó de Huracán.

Chicos en los Juegos Evita en Independiente
Jóvenes participantes de los Juegos Evita en el torneo de 1950 en la cancha de Independiente.

Jóvenes participantes de los Juegos Evita en el torneo de 1950 en la cancha de Independiente.

Esta política de Estado le brindó a cada participante la posibilidad de recibir botines, medias, pantaloncito y camiseta. Para muchos significaron las primeras prendas deportivas de su vida. Además, la participación del ministro de Salud, Ramón Carrillo, garantizaba que los chicos sean sometidos a chequeos médicos y odontológicos, lo que fue la primera vez para la gran mayoría. Así, el Gobierno podía conocer la situación sanitaria del país y atender enfermedades a tiempo.

A principios de 1949 se consagró el primer campeón: el Hogar de Huérfanos del Hogar San Martín, ubicado en México 2.600. Más allá del título, significó un triunfo para la sociedad. Fue una chance de competir para los jóvenes talentos, de sentirse parte y tenidos en cuenta por una gestión. El ejemplo fue décadas después, cuando llegaron unos niños que marcaron la historia en el fútbol profesional: Diego Armando Maradona y Sergio Goycochea, como principales exponentes.

Maradona con los Cebollitas
El Pelusa, el tercero desde la izquierda, junto a sus compañeros de los Cebollitas.

El Pelusa, el tercero desde la izquierda, junto a sus compañeros de los Cebollitas.

"Quiero expresarles que deben tener en su mente la idea de que el equipo que obtenga el triunfo representará en conjunto a toda la niñez argentina, pues en este campeonato infantil no hay vencidos y vencedores; solamente existe el esfuerzo de ustedes, de todos los niños argentinos, que han jugado tratando con su entusiasmo y voluntad de dar brillo a este campeonato”, aseguró Eva Duarte de Perón en la antesala de la segunda edición, que amplió la participación a todo el país.

La trascendencia de los Juegos Evita provocó que muchos jóvenes armaran equipos de fútbol que perduran por estos tiempos. El emblema fue Sacachispas de Pompeya, inspirado en el elenco ficticio que protagonizaba una serie de historias que escribía el periodista Borocotó en la revista El Gráfico. El equipo se formó en una fecha peronista, el 17 de octubre de 1948, y logró el título en la edición de 1953/1954. Cuando Perón se enteró que jugaban en un potrero, le cedió un terreno en Villa Soldati, ubicado en Lacarra y Corrales, para realizar su primera cancha, que quedaba a seis cuadras del actual estadio del Lila sobre la Avenida Fernández de la Cruz.

Sacachispas Evita y Perón
Perón y Evita junto a los jóvenes integrantes de Sacachispas.

Perón y Evita junto a los jóvenes integrantes de Sacachispas.

La competencia tuvo un progreso histórico y con los años se sumaron otras disciplinas como básquet, vóley, atletismo, natación, waterpolo, pelota paleta y ajedrez. Sin embargo, el 16 de septiembre de 1955, tras el bombardeo a la Plaza de Mayo que causó más de 300 muertes y 600 heridos, la Revolución Libertadora derrocó al peronismo y decidió cortar cada una de los puentes entre el deporte y la sociedad que había construido el General desde su arribo a la Casa Rosada en 1945.

Recién en 1973, tras el triunfo de Héctor Cámpora en las urnas, se reanudaron los Juegos Evita. Esa edición histórica tuvo la participación de Maradona, junto a Los Cebollitas que dirigía Francis Cornejo en las infantiles de Argentinos Juniors. Llegó dos años seguidos a la fase final disputada en Embalse, Córdoba. Primero perdió en semifinales con un equipo de Santiago del Estero de la ciudad de Pinto y la revancha la tuvo al año siguiente, cuando se coronó campeón en 1974, en lo que fue la última edición del siglo XX.

Cuando me dijeron que mis vacaciones pasaban por Río Tercero, con mis 53 años, volví a tener 11, como cuando llegué a jugar a Embalse. En el primer año perdimos la final contra Santiago del Estero, pero al otro año volvimos y salimos campeones de los Juegos Evita Cuando me dijeron que mis vacaciones pasaban por Río Tercero, con mis 53 años, volví a tener 11, como cuando llegué a jugar a Embalse. En el primer año perdimos la final contra Santiago del Estero, pero al otro año volvimos y salimos campeones de los Juegos Evita

Treinta años después, con Néstor Kirchner como presidente, volvieron los Juegos Evita. A partir de 2004, se realizaron las ediciones de manera ininterrumpida hasta 2016. Grandes deportistas pasaron por este evento: el lanzador de jabalina Braian Toledo, luego fue campeón mundial juvenil, y el basquetbolista Leandro Bolmaro, que participó también en atletismo.

Bolmaro y Toledo
El basquetbolista Leandro Bolmaro y el lanzador de jabalina Braian Toledo -fallecido en 2020- participaron en los Juegos Evita.

El basquetbolista Leandro Bolmaro y el lanzador de jabalina Braian Toledo -fallecido en 2020- participaron en los Juegos Evita.

El presente de los Juegos Nacionales Evita

El gran evento nacional volvió en 2022, después de dos años sin actividad presencial debido a la pandemia del Covid-19. Las finales se jugaron en Mar del Plata y tuvieron más de un millón de chicos en 55 disciplinas. Nuevamente se buscó arraigar la competencia en las jóvenes camadas. Sin embargo, en 2024 el gobierno de Javier Milei llevó adelante el plan motosierra y alcanzó a la competencia. ¿Resultado? Redujo la cantidad de participantes y disciplinas en todo el país. Apenas hubo 7 mil jóvenes en las finales, cuando lo habitual eran 25 mil.

Esta semana, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, apuntó contra el Gobierno por el recorte de los Juegos Nacionales Evita durante la presentación de la edición 34 de los Juegos Bonaerenses en Berazategui. En el acto aseguró que hubo 480 mil inscriptos y se marcó un récord de participación. Se estima que 130 mil llegarán a las finales en La Feliz.

“Javier Milei dijo algo muy cruel hace poco, ‘el Estado no está para cumplirle los sueños a nadie’. Eso es muy cruel, se lo puede decir a un millonario o a gente de guita, pero en la provincia de Buenos Aires tenemos millones de pibes y pibas que esperan para pasarla bien, para competir, divertirse, tener más oportunidades, tener bienestar y conocer a otros. Y si Milei les cortó los Juegos Evita, la provincia de Buenos Aires amplía los Juegos Bonaerenses”, indicó la máxima autoridad de la PBA.

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