Pocas producciones retratan de manera tan honesta la ruptura amorosa como El tiempo que te doy, una miniserie española disponible en Netflix que sorprende por su estructura inédita: 10 episodios de apenas 11 minutos cada uno.
Un formato audaz y episodios cortos convierten este retrato del desamor en una propuesta diferente y profunda en la plataforma de streaming.
Pocas producciones retratan de manera tan honesta la ruptura amorosa como El tiempo que te doy, una miniserie española disponible en Netflix que sorprende por su estructura inédita: 10 episodios de apenas 11 minutos cada uno.
Estrenada en 2021, esta historia explora el duelo sentimental desde la sensibilidad, el dolor y, también, la esperanza de reconstruirse tras el final de un gran amor. Lejos de seguir la lógica de otros dramas románticos, el relato se apoya en una narración fragmentada que avanza y retrocede entre recuerdos y presente, mostrando cómo “el tiempo lo cura todo” no siempre es tan sencillo.
Creada por Nadia de Santiago junto a Pablo Santidrián e Inés Pintor Sierra, quienes además dirigieron los capítulos, la serie fue elogiada por su capacidad para conmover sin caer en excesos melodramáticos. La crítica destacó el juego narrativo como una de las claves del impacto emocional: cada episodio dedica más tiempo al presente y menos al pasado, reflejando de manera progresiva el difícil proceso de soltar y seguir adelante.
Gracias a esta propuesta innovadora y la intensidad que transmite en solo 110 minutos en total, El tiempo que te doy fue calificada como una de las mejores series de Netflix hasta ahora, capturando la atención de quienes buscan algo distinto dentro del género romántico.
La serie sigue a Lina (Nadia de Santiago) mientras intenta superar el final de una relación de muchos años con Nico (Álvaro Cervantes), su primer gran amor. El relato alterna entre el “feliz pasado” de la pareja y el “doloroso presente” del duelo, permitiendo ver el contraste entre lo que fue y lo que quedó.
El primer episodio arranca con un minuto de presente y diez de recuerdo; el último, a la inversa. Esa progresión refleja el camino interior de Lina: del anclarse en lo que perdió, a recuperar espacio para sí misma y comenzar a mirar hacia adelante.
El elenco combina nombres consolidados y rostros emergentes que, con actuaciones sensibles, acompañan la historia de Lina y Nico:
Con esta combinación, la serie logra transmitir la complejidad de un duelo sentimental a través de una mirada íntima y realista.