El papa Francisco encendió la polémica cuando sugirió que a los chicos con “tendencias homosexuales” hay que mandarlos al psiquiatra: “Ignorar a su hijo o hija con tendencias homosexuales es un defecto de paternidad o de maternidad. Les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o a la hija. Cuando eso se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría".