Angi: Crimen y Mentira irrumpió en la escena audiovisual como una de las docuseries más impactantes del catálogo de Netflix, presentando un caso criminal que desafía los límites de la credulidad humana.
Esta docuserie incluye testimonios de investigadores, material de archivo judicial y reconstrucciones al detalle de los hechos.
Angi: Crimen y Mentira irrumpió en la escena audiovisual como una de las docuseries más impactantes del catálogo de Netflix, presentando un caso criminal que desafía los límites de la credulidad humana.
Esta producción española de apenas dos episodios reconstruye meticulosamente uno de los crímenes más calculados y perturbadores de la historia criminal reciente: el doble homicidio perpetrado por María Ángeles Molina, conocida como "Angi", una mujer cuya capacidad para planificar y ejecutar asesinatos con frialdad matemática la convirtió en una figura siniestra del panorama criminológico español.
Angi: Crimen y Mentira se distingue por su enfoque riguroso, evitando el sensacionalismo para concentrarse en la complejidad psicológica y judicial de un caso que involucra suplantación de identidad, manipulación sistemática y una doble vida mantenida durante años sin despertar sospechas. El relato se construye alrededor de la figura de Ana María Páez, víctima de un asesinato inicialmente catalogado como crimen sexual, pero que revelaría una trama mucho más siniestra y premeditada de lo que las autoridades habían imaginado inicialmente.
Con una duración perfecta para verla de corrido, esta docuserie incluye testimonios de investigadores, material de archivo judicial y reconstrucciones al detalle para ofrecer una experiencia cinematográfica que supera al género del true crime tradicional. La producción no solo documenta los hechos criminales, sino que pone el foco también en las implicaciones psicológicas y sociales de un caso que pone en evidencia la fragilidad de los sistemas de seguridad y la capacidad humana para el engaño sistemático y la manipulación emocional.
Esta producción documental española, bajo la dirección de Carlos Agulló, desentraña uno de los episodios más desconcertantes de la criminología contemporánea: el asesinato premeditado de Ana María Páez ejecutado por María Ángeles Molina.
La serie reconstruye con precisión forense un crimen que contó con múltiples elementos delictivos, tales como robo de identidad, fraude económico sistemático y una elaborada puesta en escena diseñada para simular un ataque de naturaleza sexual, desviando así la atención de los investigadores de la verdadera intención del homicidio.
El documental deja en claro cómo Angi no se conformó con eliminar a su víctima, sino que asumió completamente su identidad, continuando su existencia como si nada hubiera ocurrido y manteniendo durante años una doble vida. La investigación policial posterior descubrió un patrón aún más llamativo cuando las circunstancias sospechosas de la muerte de su esposo años antes sugirieron la posibilidad de un comportamiento criminal sistemático, convirtiendo el caso en un estudio interesante sobre la psicopatía y la manipulación a largo plazo.
Esta docuserie presenta testimonios reales de: