Durante una gira que realizó en Alemania en 2002, Michael Jackson protagonizó un insólito hecho en el balcón de un hotel. El "rey del pop" salió a saludar desde su habitación. En sus brazos, tenía a un recién nacido Prince Michael Jackson II. Pero la tierna figura paterna viró hacia un costado oscuro cuando, literalmente, lo asomó hacia el vació.