La semana de la memoria y el reflejo sobre la actualidad

El 24 de marzo dejó al descubierto las internas tanto en el Gobierno como en la oposición de Juntos por el Cambio. El tiempo dirá cómo decantará la unidad en cada una de las coaliciones políticas.

La del 24 de marzo no es cualquier semana en la Argentina. Es un momento en el que se conjugan la memoria por la etapa más oprobiosa de la historia de nuestro país, el reconocimiento a la lucha casi siempre desigual de los organismos de los derechos humanos y también, desde hace casi veinte años, el encuentro de varias generaciones para celebrar la vida en distintas plazas y espacios de todo el territorio.

Por todo lo dicho, no es una fiesta pero sí una celebración. Y es un día recortado de la coyuntura pero que siempre se nutre de los acontecimientos e interpela al tiempo político en el que sucede. No fueron lo mismo las marchas durante el menemismo que las que se dieron durante los gobiernos kirchneristas o las del macrismo, con esa nueva sensación de resistencia que implicó la lucha contra el 2x1 de la Corte Suprema o el intento de consagrar la impunidad biológica de los genocidas por parte de un sector del Poder Judicial.

Esta semana de la memoria no fue la excepción. No sólo porque fue la primera post pandemia sino también porque encuentra al Gobierno y a la oposición en un momento muy particular. La dura realidad económica y social de buena parte de los argentinos tiene consecuencias inevitables en la política. Sumida en una interna a cielo abierto, la coalición gobernante mostró todo el menú de sus conflictos y sus potencialidades a lo largo del día.

La Cámpora dio una demostración de fuerza casi inédita en su peregrinaje desde la Ex ESMA hasta la Plaza de Mayo, mientras el presidente Alberto Fernández reconocía a los investigadores del CONICET desaparecidos. La palabra más mentada del día, más allá de las vinculadas con la memoria, verdad y justicia, fue “Unidad”. El único que fue fuertemente discordante con la tendencia general fue Andrés Larroque, ministro de a desarrollo de la Provincia de Buenos Aires y secretario General de la Cámpora. Su aspereza contra el Presidente no puede ser disimulada sobre todo teniendo en cuenta que es uno de los que se pensaba tendería puentes con el sector más cercano a Alberto Fernández.

También hay que destacar la presencia en la columna de la agrupación de Máximo Kirchner de varios de los intendentes de la primera y tercera sección electoral que el miércoles reclamaron unidad y gestión al gobierno. En las próximas semanas sabremos qué senderos posibilitarán algunos de los hechos citados en una interna repleta de recelos, relaciones quebradas e idas y vueltas.

La Alianza opositora también mostró la cara más amarga de su interna y los disparadores están relacionados con la memoria también. A nadie debería dejar de llamar la atención el poco apego del ex presidente Mauricio Macri por esta fecha aunque tampoco sorprende. Desde acuñar la frase “tenemos que terminar con el curro de los derechos humanos” a intentar eliminar el feriado del 24, Macri siempre dio muestras de incomodidad por el recordatorio y lo que implica. Este año no fue distinto.

Puertas adentro, el hecho de que no haya hecho mención al aniversario ni siquiera en redes sociales genera incomodidad en algunos de sus socios políticos. Y en público, su comentario en una entrevista radial acerca de que Carlos Menem será reivindicado como un pacificador generó cruces que desnudan una interna mucho más fuerte de lo que se reconoce.

Fue Mariana Zuvic, la legisladora cercana a Elisa Carrió la que fustigó a Macri por su elogio a Menem. En Twitter Zuvic escribió: “voló un pueblo, encubrió un atentado, tráfico (sic) armas a Ecuador y Croacia. #Memoria sr, que sin ella no habrá justicia. Y ya no hay más lugar para la Argentina de los pactos de impunidad”. Sus duras palabras no fueron las únicas. El presidente del comité Nacional de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales tuiteó un largo hilo en el que, entre otras críticas, disparó: “Rechazamos las políticas neoliberales implementadas por el menemismo en los 90 que hoy reivindican algunas voces de la política argentina.”

Qué consecuencias tendrán estos cruces para las aspiraciones políticas de Macri o qué indicios dan acerca del futuro de Juntos por el Cambio es algo que también deberemos ir viendo mientras sucede. No es la primera vez en los últimos tiempos en los que dirigentes de la Coalición Cívica, el radicalismo e incluso una parte del PRO, se oponen al intento de Macri de dirigir el rumbo del espacio. Si no es inteligente menospreciar las fracturas en la coalición de gobierno luego de dos años de gestión tampoco parece sensato disimular las inmensas heridas que en la Alianza opositora dejó la gestión de Mauricio Macri y su derrota de 2019.

Como decíamos al comienzo, la semana de la memoria es un momento fundamental en la Argentina y los ecos trascendentes de lo que en estos días sucede también echan luz sobre nuestra actualidad.

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