El cruce discursivo en el PRO sumó un nuevo capítulo luego de que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich asegurara que el partido fue absorbido por La Libertad Avanza: el flamante titular de la asamblea, Martín Yesa, salió al cruce y le respondió que es una “ingrata” y “desagradecida”.
Para el diputado nacional, en los dichos de Bullrich “hay algo de desagradecimiento y de ingratitud que no me gusta”, pero “a la vez casi que ni la juzgo porque es una generación que está acostumbrada a ser tiburones, a matar o morir, o que te tengo que meter un palazo en la cara para que me respetes”.
En el mismo sentido, Yesa optó por uno usar eufemismos y lanzó una crítica de manera directa: “Pato, dejate de joder, no hace falta hacer eso, hagamos las cosas normales. Sos una buena ministra de Seguridad, no hace falta tratar de romper un lugar que te dio tanto y que es necesario para que al Gobierno le vaya bien”.
Macri Bullrich legislatura
Macri, Bullrich y una distancia marcada por la crisis del PRO.
“Hoy creo que Bullrich quiere romper el PRO. Dio una nota en la que dijo que el PRO fue absorbido por LLA, eso no lo dice una persona que quiere que al PRO le vaya bien”, agregó en una entrevista con LN+.
El legislador analizó luego el hecho que dio inició al rompimiento del PRO. “En el 2019 nadie sentía que había que arreglar el PRO, no estaba el sentimiento de que había que destruirlo y reconstruirlo. Estaba el liderazgo de Rodríguez Larreta, un líder natural, y del otro lado, Patricia, un liderazgo donde Mauricio le pide que lidere al PRO como organización política y viste como dice el dicho que dos cabezas piensan mejor que una, pero a nosotros no nos pasó y se fue rompiendo año a año”, desarrolló.
Pero “después de tres años y medio de peleas a cielo abierto por disputarse el lugar a suceder del liderazgo de Mauricio (Macri) dio lugar a tres crisis: crisis de liderazgo porque el líder del espacio se había corrido para que surjan otros, ponía en tela de juicio nuestra identidad; de identidad y de gestión”.
“A la vez, nos presentábamos como Juntos por el Cambio, pero estábamos divididos. Tuvimos dos personas disputando un liderazgo que nos llevó a nuestro peor versión: divididos, sin una identidad nítida, sin un modelo de gestión claro y le decíamos a la gente que éramos Juntos, que no lo estábamos y por el Cambio que estaba en duda”, sintetizó.