El Día de la Mujer Trabajadora arrancó el 8 de marzo de 1857 con el reclamo: “Pan y rosas”. Las trabajadoras textiles pedían paridad salarial respecto a la de los hombres y mejores condiciones laborales.
El Día de la Mujer Trabajadora arrancó el 8 de marzo de 1857 con el reclamo: “Pan y rosas”. Las trabajadoras textiles pedían paridad salarial respecto a la de los hombres y mejores condiciones laborales.
Ya en el año 1908, más de 40 mil costureras se manifestaron por la reducción de la jornada de 10 a 8 horas, por el derecho al voto y a sindicalizarse. Sucede que en una fábrica de Estados Unidos, el dueño ordenó un incendio para que las trabajadoras abandonen la medida de fuerza. 129 trabajadoras resultaron muertas.
Sin embargo, en este modo de producción capitalista hay una asignación de roles previas que relega a la mujer al ámbito doméstico y al varón al ámbito público. Actualmente las mujeres tienen una brecha salarial del 28,4 respecto a los hombres.
Existen dos conceptos claves:
Por eso es fundamental tener una reforma judicial feminista que no implica una reforma constitucional, sino que logra cambiar la perspectiva de interpretación del derecho por la desigualdad estructural con la ayuda de la Ley Micaela.