¿Qué dice la carta astral sobre el amor? En el estudio astrológico, hay un planeta que rige el aspecto amoroso, la belleza, los placeres y las relaciones armoniosas. Está vinculado al aspecto romántico de la persona, revelando cómo buscamos, experimentamos y expresamos cariño.
A nivel astronómico, es el segundo cuerpo celeste más cercano al Sol, ubicado a unos 41 millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano. Pero en astrología, se asocia con el deseo de conexión emocional y afectiva, con la forma en que nos atraen los demás y cómo establecemos conexiones. Además, influye en nuestro sentido de la estética y en lo que nos hace sentir plenos en una relación.
En la antigua Grecia, Venus era conocida como Afrodita, la diosa del amor, la belleza, la fertilidad y la sexualidad. Afrodita tenía una influencia poderosa en la mitología griega, siendo una de las deidades más veneradas y representadas en el arte y la cultura. Su rol no solo abarcaba el amor romántico, sino también los vínculos familiares, la fertilidad y el equilibrio con los grupos sociales.
Pareja juega playstation
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Venus en la carta natal
Venus, es la esfera planetaria que en la carta astral, puede brindar mucha información sobre las inclinaciones amorosas. Por ejemplo, si Venus está en un signo como Aries, puede indicar una forma de amar apasionada y directa. Si está en Libra, el enfoque puede ser más armonioso y centrado en la búsqueda de equilibrio vincular. Además, los aspectos venusinos con otros planetas, como Marte o Saturno, pueden señalar cómo enfrentamos los desafíos o las tensiones con los demás.
Es interesante saber que la casa 7 del mapa astrológico es fundamental cuando hablamos de la perspectiva pasional. Mientras que Venus refleja la manera en que vivenciamos y atraemos el amor, este aspecto se refiere específicamente a las relaciones de pareja y a cómo nos conectamos con otros de forma más profunda y comprometida. También está asociada con los socios, y por eso, más allá del romance, tiene que ver con la forma en que establecemos acuerdos y lazos de equidad en nuestra vida íntima.