Gladys la Bomba Tucumana sorprendió antes de bailar el folklore quejándose por el vestuario que le preparan para el show: “Peso 65 kilos, le aclaro a todo el público que no soy obesa. Para mí nunca hay ropa porque soy gorda. Para las delgadas hay ropa divina... ese es el problema de las que somos gorditas. Y, por ejemplo, el marrón a mí no me gusta, lo detesto con toda mi vida”.
María Vilariño, jefa de vestuario del programa, aclaró que ella tenía otra opción pero eligió esa. Igual, la Bomba continuó con su descargo: “Nunca lo dije pero tengo problemas con el vestuario. Nunca estoy cómoda y siempre me están queriendo tapar. Todo me queda mal, me queda grande porque creen que cosen para un oso”.
“Lamentablemente, hoy estoy indispuesta, me siento mal, me duele la cabeza y estoy sin dormir”, sentenció la cantante antes de bailar.