Así fue la abrupta muerte de Libertad en "Argentina, tierra de amor y venganza"

Libertad Morel, uno de los personajes más odiados al comienzo de “Argentina, tierra de amor y venganza ”, pero de los más elogiados gracias a la actuación de Virginia Innocenti, tuvo un abrupto y dramático final en la novela de El Trece.

La madre de Lucía (Delfina Chaves) y Lidia (Minerva Casero), que desde hace meses luchaba contra un Alzheimer que le impedía reconocer a sus propias hijas, murió a causa de inhalación de gas mientras dormía en la Mansión Morel. La escena tuvo lugar en los primeros minutos del capítulo del jueves luego de que el miércoles se mostrara cómo una misteriosa mano con guantes negros entraba a la casa por la puerta trasera, cerraba todas las ventanas del lugar y abría todas las hornallas.

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Mientras tanto, Lidia, Gallo y Alma se encontraban en el patio delantero de la casa. Es Lucía quien al llegar después del encuentro con Bruno, entra a la casa y se percata del olor a gas que invade el ambiente. Con una situación similar como antecedente, corre hacia la habitación de Libertad, quien yace ya sin signos de vida sobre la cama.

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“Mami, dale, abrí la ventana Lidia”, le grita Lucía en un intento por despertarla, pero Gallo (Matías Mayer) comprueba que Libertad ya está muerta.

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La escena del funeral fue otra de las más emotivas. A la presencia de Lucía, Lidia y Gallo se suma la de Bruno (Albert Baró), Gabriel Morel (Federico Salles), Alicia Ferreyra (Mercedes Funes) y Margot (Alejandra Radano), el amor de la vida de Libertad.

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El mensaje de despedida estuvo a cargo de Margot, que se había reencontrado con Libertad apenas un día antes: “La persona más importante, la esencial no compartió su vida conmigo y aun así ella vive en mí, como vive y vivirá en todos ustedes, porque tengo la certeza de que Libertad es una mujer que dejó una marca en todo aquel que la conoció”.

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Tuve la suerte de conocerla muy joven, cuando era una muchacha libre y pizpireta. No había nada a lo que no se revelara, estaba llena de inquietudes y se comía el mundo con ese afán desesperado por vivir y yo la quería con una devoción, la miraba con admiración, con ilusión, veía esos ojos brillosos… Libertad era mi faro”, expresa la artista frente a la tumba de su amada.

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