Durante la gobernación de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires se llevó adelante un método de espionaje ilegal para perseguir a dirigentes opositores, sindicalistas y trabajadores a través de bases de inteligencia en el territorio bonaerense, se desplegaron cables en las cárceles para realizar escuchas ilegales, y se utilizó a Asuntos Internos de la Policía para investigar a referentes políticos.
Los cuatro años de la gestión macrista entre 2015 y 2019 estuvieron marcados por el accionar de una mesa judicial para apresar a exfuncionarios, legisladores y gremialistas.
"Nos pareció oportuno hacer una Dirección de Reunión con la finalidad de reunir toda esa información y poder construir un mapa. Fue así como se armaron estas bases nuevas", declaró Silvia Madjdalani, subdirectora de la AFI acerca de las bases de inteligencia para espionaje político. Se instalaron en San Martín, Ezeiza, Morón, Pilar, Quilmes y La Matanza, que se sumaron a las existentes en Bahía Blanca, La Plata y Mar del Plata.
Otro de los elementos que se utilizó para escuchar de manera ilegal fueron los cableados en las unidades penitenciarias. En junio del año pasado, durante el allanamiento ordenado por el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, se encontró en Ezeiza estos dispositivos en el sector creado por el macrismo para alojar a los exfuncionarios kirchneristas detenidos. Y unos días después se halló un sistema similar en Melchor Romero.
Por otra parte, el extitular de Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Berra, que esta acusado por abuso de autoridad y peculado, solicitó que se investigue al exministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, ya que durante la gestión se habrían obtenido “información y almacenaron datos sobre personas físicas y jurídicas que nada tienen que ver con la esfera de contralor administrativo de la fuerza de seguridad provincial”.
Y en las últimas horas, aparecieron videos de reuniones encabezadas por el ministro de Trabajo de la gestión de Vidal, Marcelo Villegas. En las mismas, promovió el armado de causas contra dirigentes sindicales: "Créeme que si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría", dijo el funcionario. Más claro, imposible.