Finlandia se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN. Su ingreso fue “el más rápido de la historia” de la Alianza, de acuerdo al secretario general Jens Stoltenberg, y quedó simbólicamente sellado con el izamiento de su bandera en la sede de Bruselas.
Finlandia ha sido históricamente neutral. Esta neutralidad que comenzó tras la Segunda Guerra Mundial quedó sellada en un Tratado que se firmó en 1948 y su vigencia se extendió hasta la caída de la Unión Soviética. Por aquellos años le permitió mantener su soberanía política mientras preservaba la paz con el país vecino. En los años posteriores el país se fue alejando de la “finlandización” sin perder la posición. Pero la invasión de Rusia a Ucrania cambió la perspectiva.
El ingreso de Finlandia incorpora 1.300 kilómetros de frontera a la OTAN, lo que significa más que duplicarla. Esta expansión hacia Rusia es precisamente la que Vladimir Putin pretendía evitar. Pero además, Stoltenberg dijo que “aportará sustanciales fuerzas militares, bien entrenadas, bien equipadas, con un amplio ejército de reservistas”. Es que Finlandia cuenta con 280 mil soldados y uno de los mayores arsenales de artillería en Europa.
Pero la mayor preocupación de Putin tiene dos ejes. Por un lado, Finlandia como miembro con derechos plenos en la OTAN quedó incluido en el artículo 5 del Tratado, que en palabras simples significa “uno para todos y todos para uno”, de modo que el ataque armado contra uno de sus miembros es considerado como un ataque contra todos.
Por otro lado, el posible despliegue de la OTAN en territorio finés, y más exclusivamente en su frontera, lo que podría incluir bases, tropas o ejercicios militares. Durante la conferencia de prensa de la adhesión, se especificó que “no habrá tropas de la OTAN sin el consentimiento de Finlandia”.
El Kremlin considera que la incorporación a la Alianza “se trata del último agravamiento de la situación” y es un “asalto a la seguridad y los intereses” rusos. Por eso, ya avisó que fortalecerá su potencial militar en las fronteras occidental y noroccidental, y que en caso de que “se emplacen en Finlandia fuerzas y medios de otros países de la OTAN” se darán “pasos adicionales para garantizar la seguridad militar” del país.