En su discurso de apertura de la Asamblea Legislativa este miércoles, el presidente Alberto Fernández tuvo una fuerte confrontación con el Poder Judicial, mientras se encontraban presentes el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y el vicepresidente, Carlos Rosenkratz.
Además, por primera vez en la historia, había tres mujeres: la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; y la presidenta provisional del Senado, Claudia Abdala Ledesma.
El planteo del Presidente al Poder Judicial tuvo varios puntos críticos. En primer lugar, defendió el juicio político contra los integrantes de la Corte Suprema. Mencionó que los dos jueces presentes habían sido designados por decreto durante la administración de Mauricio Macri.
También habló de la premura con la que los magistrados resuelven las causas relativas a empresarios, fiscales y jueces amigos, y pidió que los autores materiales e intelectuales del atentado contra la vicepresidenta sean investigados.
Otra crítica fue a los fondos coparticipables que el fallo de la Corte asignó a la Ciudad de Buenos Aires, emitido luego de los chats que se descubrieron más tarde entre Marcelo D'Alessandro, actual ministro de Justicia porteño en licencia, y Silvio Robles, vocal de Rosatti.
El Presidente remarcó la existencia de una mesa judicial en el gobierno de Macri con el objetivo de perseguir a opositores e incluso funcionarios de su propio espacio, empresarios y periodistas.
En resumen, Fernández mencionó la clara ruptura del principio republicano en lo que concierne a la división de poderes, e hizo hincapié en el avasallamiento del Poder Judicial sobre las facultades del Legislativo y el Ejecutivo.