La fruta no tan consumida que aporta una dosis alta de colágeno para no tener arrugas

Es una fuente natural de antioxidantes y vitaminas que fortalecen la visión y ayudan a mantener la piel firme y joven.

En el universo de los alimentos funcionales, hay frutas que no siempre ocupan un lugar destacado en la mesa cotidiana, pero que poseen un gran potencial nutritivo. Entre ellas se encuentra el damasco, un fruto de intenso color anaranjado que, más allá de su sabor dulce y suave, concentra nutrientes fundamentales para el bienestar general.

Diversos especialistas en nutrición coinciden en que incorporar frutas y verduras de forma habitual es clave para un estilo de vida saludable. En este sentido, el damasco representa una opción efectiva para sumar beneficios sin necesidad de modificar drásticamente los hábitos alimentarios. Gracias a su perfil nutricional, se lo reconoce como un excelente aliado para cuidar la piel, reforzar la salud visual y proteger al organismo del envejecimiento prematuro.

A pesar de su bajo consumo generalizado, el damasco puede convertirse en un complemento diario fácil de integrar en múltiples preparaciones, aportando una variedad de vitaminas esenciales y compuestos antioxidantes.

Damasco
Aporta vitamina C, esencial para la producción de colágeno y la elasticidad de la piel.

Aporta vitamina C, esencial para la producción de colágeno y la elasticidad de la piel.

Beneficios del damasco

Este fruto se destaca por su alto contenido de betacaroteno, pigmento vegetal que el cuerpo convierte en vitamina A, clave para preservar la salud ocular. La ingesta regular de damascos puede contribuir a prevenir cataratas, retrasar enfermedades visuales asociadas a la edad e incluso revertir déficits generados por la falta de dicha vitamina.

Además, su composición incluye vitamina E, luteína y zeaxantina, sustancias que combaten el estrés oxidativo y fortalecen el sistema visual frente a los efectos del paso del tiempo. Pero los beneficios no terminan ahí.

En relación con el cuidado de la piel, el damasco se presenta como un verdadero recurso natural para combatir las líneas finas y la pérdida de firmeza. Esto se debe a la combinación de vitamina A y C, ambas reconocidas por su acción antioxidante. En particular, la vitamina C estimula la producción de colágeno, proteína esencial para mantener una piel joven y elástica.

Al disminuir la producción natural de colágeno con la edad, el consumo de alimentos ricos en esta vitamina puede ser una herramienta efectiva para demorar los signos visibles del envejecimiento, mejorando el aspecto y la salud de la piel.

Batido Yogurth nueces
Yogur, ensaladas y guisos: distintas formas de incorporar damascos en las comidas.

Yogur, ensaladas y guisos: distintas formas de incorporar damascos en las comidas.

El damasco, además, es extremadamente versátil. Puede comerse solo como snack, combinarse con yogur, sumarse a ensaladas, formar parte de guisos salados o integrarse en preparaciones dulces como galletitas y postres. Su practicidad lo convierte en una fruta ideal para enriquecer cualquier plan alimentario.

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