1 - No le creemos porque justo arma semejante barullo tres días antes de bailar en un programa en el que se moría de ganas de estar.
2 - Porque cuando Tinelli dijo su currículum nos hizo más ruido todo: "La revista de Buenos Aires" y bailarle a Clinton en Cocodrilo. Ahora agregará: pelea con Casán por mitad de cachet, no excluyente.
3 - Rincón sabe cómo acaparar la atención y se encargó de hacerlo. Parece que internó a su ex jefa con lo de "quiero ir al Bailando", tanto que la aturdió y Moria dijo "M´a seee.... yo te mando al frente y listo".
4 - No es posible que le haya dado toda esa plata a su protectora cuando hay cuestiones mucho más personales en las que invertir urgente.
5 - "Si querés fiestita... acá tenés estos globos", repetía Rincón en la publicidad. Salvo que haya devuelto la mitad de lo facturado ahí también, no se entiende la costumbre de andar devolviendo plata si sos... ¡famoso!
6 - Ahora todos quieren hacer gracias con lo de la plata devuelta, pero la verdad es que nadie desmintió los hechos y nunca se aclaró que haya sido mentira. ¿Un jurado cobra entonces por meter a una participante en el certamen? Más vale que no le creamos a Rincón.
7 - De ser verdad, estamos en condiciones de afirmar que Rincón usó la mitad que le quedó del sueldo para... devolvérsela a Bill Clinton.
8 - "Acá hay dos opciones, nena", le habrían dicho a la participante: o competís con Charlotte y hacés un "Fernet shower y tirás fernando a todo el jurado encima" o sólo le tirás merda a Moria y marcás la diferencia.
9 - Con esta historia loca de la devolución del dinero se instala la idea de que algunos participantes solo pueden llegar a la pista de Tinelli... pagando.
10 - De ser cierta esta cuestión, Rincón ya está juntando la mitad de la plata que gane en actos de presencia para pagarle al jurado por la buena calificación que le pusieron por un baile normalito a secas.
La verdad es que Moria aceptó haberle pagado, pero con esta gente nunca se sabe.