Connie Ansaldi recordó la fatídica noche en la que conoció a Luis Miguel: "No podía pararse solo"

Luis Miguel, la serie destapó momentos oscuros de la vida íntima de Luis Miguel que el propio cantante se había encargado de ocultar durante todos los años de carrera. Según mostró su autobiografía ficcionada, Micky sufrió mucho con la desaparición de Marcela Basteri y la ausencia de su mamá desde su adolescencia significa un dolor que aún no puede superar.

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El episodio muestra a Luis Miguel desayunando un whisky con cigarrillos

Con la fama y el éxito llegaron las fiestas, las mujeres y el alcohol. Tras separarse de Luis Rey, su padre, y un particular suceso sobre la búsqueda de su madre, Luismi cae en el alcoholismo, algo que supera momentáneamente con el entrenamiento en el Ejército para la grabación del videoclip de “La incondicional” en 1988.

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Casi diez años después Connie Ansaldi tuvo la oportunidad de conocerlo en persona: “Corría el año 1999. No recuerdo bien el mes, sí recuerdo que hacía calor. Él venía a Argentina a cantar y yo, al igual que muchos de ustedes, lo amaba incondicionalmente”, lanzó la periodista y contó, paso a paso, cómo fue el encuentro.

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Connie, que en ese entonces trabajaba en PAF!, le compartió a Jorge Rial su información que le había brindado un amigo bajo la condición de que no se envíen cámaras.

“No sabía ni qué ponerme. No se olviden que era el Luismi de los ‘90 post ‘Romance’: el pico máximo de su fama. Adorado, amado, ¡y ahí estaba yo a punto de conocerlo! Llegué al restaurante antes que nadie. Me senté en una mesa con varias modelos, entre ellas estaba Moira Gough”, reveló Connie. Acto siguiente, tres camionetas polarizadas estacionaron en la puerta y bajó Luis Miguel.

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“Y ahí me fui: sin saber que me deparaba esa noche mágica. Sería tal cual lo había imaginado...?”, se preguntó en ese entonces.

"Luis Miguel no come. Solo bebe champagne. Uno tras otro"

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Según contó Connie, Luis Miguel se sentó en la mesa y empezó a hablar: “No come. Solo bebe champagne. Uno tras otro. Yo lo miraba todo en cámara lenta. Totalmente hipnotizada por sus dientes separados y sus ojos caídos de mirada sexy y triste. Se reía. Se pasaba la mano por el pelo”.

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"Cuando quiso pararse no pudo"

Connie describió que “Luis Miguel fue mutando” con el correr de las horas y que “cuando quiso pararse no pudo hacerlo solo. Dos de sus asistentes tuvieron que ayudarlo para ir al baño. Se caía. Quería hablar y no podía: balbuceaba. El alcohol o quien sabe qué, había hecho mella en él”.

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