El último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dejó en evidencia que el superávit del gobierno de Javier Milei se sostuvo a costa de los jubilados. Según el documento, en 2024 el 19,2% del recorte del gasto público se explicó por la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones y las pensiones.
El informe apunta directamente contra la reforma previsional impuesta por Milei, a través del DNU 274/24, que derogó la fórmula de actualización votada en el Congreso en 2021 y la reemplazó por una indexación automática atada al IPC. El CEPA advierte que esa decisión no fue neutra ni técnica: De haberse mantenido la fórmula anterior, los haberes hubieran sido superiores en septiembre 2024, diciembre 2024, marzo 2025, junio 2025 y septiembre 2025. La comparación es contundente: mientras la mínima sin bono llegará en septiembre de 2025 a $320.277, bajo la fórmula derogada estaría en $413.520, un 29,1% más.
El retroceso también se explica por el congelamiento del bono compensatorio. Desde marzo de 2024 quedó fijo en $70.000, alcanzando hoy apenas a licuar la pérdida. En el mismo período en que las jubilaciones subieron 138%, el bono apenas representó un aumento del 91%. Según el cálculo de CEPA, si se hubiese actualizado en igual proporción, debería ser de $166.755 en septiembre de 2025. La diferencia, casi $100.000 por mes, representa lo que el Estado les niega a siete de cada diez jubilados.
Los números desmienten de plano el relato oficial. “A contramano de los dichos de Milei, los jubilados no le ganaron a la inflación”, subraya el documento. En el trimestre julio-septiembre de 2025, el poder de compra de quienes no perciben bono quedó 1,3% por debajo del último tramo de la gestión anterior, y en el caso de quienes sí lo reciben, el deterioro alcanza el 15,2%.
Informe completo del CEPA
Los haberes jubilatorios y la movilidad actual - Agosto 2025 - CEPA