En los últimos días, desde las redes sociales se agitó la posibilidad de un fraude de cara al balotaje presidencial del domingo 19 de noviembre. Esto es porque señalaron en el escrutinio provisorio irregularidades que darían cuenta de la existencia de un fraude electoral.
Lo cierto es que una irregularidad no es una inconsistencia propia, común y frecuente. No solamente respecto del partido La Libertad Avanza sino a los otros partidos que participaron de las elecciones generales del 22 de octubre.
La organización no gubernamental Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) señaló que en el escrutinio pasado no hubo sesgo a favor de ninguna de las alianzas políticas.
Esto significa que la confusión propiciada adrede en las redes sociales entre una inconsistencia que figura en el escrutinio provisorio y las actas que efectivamente tienen validez del escrutinio definitivo, donde se contabilizan uno a uno los votos no implican fraude electoral.
A 40 años de la recuperación democrática y ante un inminente balotaje, es fundamental no agitar la existencia de fraude, preservar el estado de derecho y la confianza en el sistema democrático que tanto nos costó a los argentinos y a las argentinas.