Día de las Infancias: ¿cómo crear contextos seguros y estimulantes para esta etapa?

Es importante reflexionar sobre cómo afectan a los más pequeños nuestras interacciones con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea.

El Día de las Infancias se abre como una ventana de tiempo, una oportunidad para detenernos y reflexionar sobre cómo nuestras interacciones con nosotros mismos, con los demás y con el mundo que nos rodea, afectan a los más pequeños. Ellos, con sus miradas llenas de asombro, dependen de nosotros para navegar y entender este complejo mundo, un mundo que muchas veces parece moverse demasiado rápido. Pero también es una oportunidad para pasar a la acción, para que nos unamos en la noble misión de nutrir y guiar a nuestras niñas y niños con amor y sabiduría.

Ahora, bien: ¿por dónde empezar? Existen diferentes disciplinas como la psicología, la didáctica, la pedagogía y el coaching ontológico que abordan estos temas e, incluso, asisten a familias, escuelas e instituciones para lograr mejorar el cuidado y la educación en esta etapa. En el caso del coaching ontológico se orienta a crear contextos seguros y conscientes para las infancias, lo cual implica:

  • Cuestionar y transformar patrones de pensamiento y comportamiento que puedan limitar la seguridad y el bienestar de los niños.
  • Fomentar la autoconciencia y la responsabilidad en nosotros, los adultos, para ser los modelos que los niños necesitan.
  • Diseñar entornos de confianza, respeto y empatía, donde cada niño se sienta valorado y comprendido.
  • Escuchar con el corazón abierto para captar las necesidades y los miedos de los niños, y así responder de manera adecuada.
  • Establecer límites con amor, que promuevan la seguridad, el respeto y la comprensión.
  • Cultivar una comunicación sincera y empática sobre los sentimientos y emociones, abriendo puertas al entendimiento mutuo.
  • Promover la autonomía y la toma de decisiones responsables en los niños, ayudándolos a construir su propia identidad con confianza y seguridad.

Al implementar estas estrategias, no solo cuidamos de los niños, sino que también plantamos las semillas de un futuro más seguro, saludable y feliz para ellos.

Pero, ¿cómo logramos estas premisas en la práctica? Aquí algunas reflexiones clave:

  • Conocete como adulto. Cuidar de los niños comienza por entender quiénes somos y cómo nuestra historia, biología y cultura influyen en nuestra percepción del mundo. Reconocer que los niños no solo ven lo que les mostramos, sino que también sienten lo que somos, es fundamental para guiarlos con autenticidad.
  • Reconocé la complejidad de los niños. Ellos son seres completos, con su propia manera de interpretar el mundo. Es nuestro deber validar y respetar sus experiencias y emociones, para que crezcan en un ambiente de aceptación y seguridad.
  • Modelá con tu comportamiento y lenguaje. Los niños aprenden de nuestras acciones más que de nuestras palabras. ¿Qué tipo de ejemplo les estamos dando? Al ser conscientes de cómo actuamos y nos comunicamos, podemos influir positivamente en su desarrollo.
  • El poder de la palabra. Nuestras palabras crean realidades. Cada vez que hablamos, dejamos una huella en la identidad de los niños. Por eso, debemos ser coherentes y responsables con lo que decimos, para que ellos puedan aprender a confiar y a comprometerse con integridad.

En conclusión, crear contextos seguros y estimulantes para las infancias es mucho más que una tarea: es un llamado a la transformación. Somos los arquitectos de un futuro donde los niños puedan florecer con confianza, respeto y empatía. Nuestra palabra es la herramienta más poderosa para esculpir este futuro.

Hoy es un gran día para comenzar a empoderar, motivar e inspirar a nuestros niños y niñas, sembrando en ellos la semilla de un mundo mejor. El primer paso: elegir un pequeño compromiso que podamos adoptar en nuestra vida diaria para apoyar a los niños en su entorno. Tal vez sea escuchar con más atención o darles la libertad de expresarse legitimando sus miradas o, quizás, con el simple hecho de vivirnos en la paz de saber que estamos haciendo lo mejor. Cada gesto cuenta, y juntos podemos hacer una gran diferencia.

¿Qué futuro queremos crear para las infancias? Recordalo siempre: la elección es tuya, y el momento de actuar es ahora.

Pamela León Negretti es Máster Coach y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional (AACOP).

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