El universo sigue guardando secretos que ni siquiera la ciencia moderna ha podido descifrar del todo. Esta vez fue la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) la que sorprendió con un hallazgo inesperado.
Se trata de un recurso que no solo tiene un valor incalculable a nivel astronómico, sino que también podría transformar la manera en que entendemos el origen.
El universo sigue guardando secretos que ni siquiera la ciencia moderna ha podido descifrar del todo. Esta vez fue la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) la que sorprendió con un hallazgo inesperado.
Cada cierto tiempo, nuevos descubrimientos logran dar un paso más hacia ese conocimiento profundo del cosmos que fascina a la humanidad desde hace siglos. El anuncio generó revuelo entre científicos y entusiastas del espacio, y abrió nuevas puertas para futuras investigaciones.
Gracias a la Misión de Espectroscopia e Imágenes de Rayos X (XRISM), un grupo internacional de científicos logró identificar y cuantificar la presencia de azufre entre las estrellas. Aunque este elemento es fundamental para la vida en la Tierra, su detección resulta complicada debido a sus cambios de estado. Por esta razón, la luz ultravioleta resultó ser una herramienta clave para el análisis.
Al revisar los datos obtenidos, los especialistas observaron que, en regiones densas del universo como las nubes moleculares (donde nacen estrellas y planetas), el azufre en forma gaseosa no puede ser identificado, lo que sugiere que en esos entornos se condensa y pasa a estado sólido. Para investigar la distribución de este elemento, los investigadores seleccionaron una sección del medio interestelar y aplicaron espectroscopía de rayos X, una técnica que permite identificar elementos en función de su interacción con la radiación, similar a una radiografía espacial.
El análisis se centró en el sistema estelar binario GX 340+0, ubicado a miles de años luz, donde se comprobó la presencia de azufre tanto en estado gaseoso como sólido, posiblemente combinado con hierro. Este hallazgo respalda una hipótesis sostenida desde hace tiempo: que el azufre se solidifica y viaja por el cosmos, lo cual explicaría su frecuente aparición junto al hierro en meteoritos.
"La presencia del azufre es vital para el funcionamiento celular en nuestros cuerpos, pero aún nos queda mucho por entender sobre su distribución en el universo", señaló Lia Corrales, profesora asistente de astronomía en la Universidad de Michigan. Esta técnica de medición aporta así nuevas pistas sobre el comportamiento del azufre a escala cósmica y los lugares donde puede encontrarse.