Luego del escándalo desatado por la participación de la jueza Julieta Makintach en un documental, el histórico representante le envió un mensaje a los hijos de astro.
Guillermo Coppola se quebró al hablar del juicio por la muerte de Diego Maradona: "No puede descansar en paz".
En medio de una jornada caliente por las novedades en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, su histórico representante y amigo Guillermo Coppola expresó su angustia y tristeza al asegurar que el Diez "no puede descansar en paz".
En diálogo con A la tarde, el exmanager se mostró muy afectado por las novedades del caso y señaló que "estoy acompañando desde mi lugar" y se refirió a Dalma y Gianinna: "Saben que estoy, que siempre voy a estar".
En el proceso judicial que investiga la responsabilidad del equipo médico que acompañó a Maradona en sus últimos días, este martes se produjo el apartamiento del caso de la jueza Julieta Makintach por su participación en la producción de un presunto documental que relata las instancias del juicio.
"La familia no puede hacer el duelo por una cosa, por la otra. Hoy por esto de la jueza, del documental... Estoy triste por los hijos", indicó el empresario claramente conmovido antes de concluir con angustia: "Diego no puede descansar en paz".
Diego Maradona tiene un sinfín de anécdotas en su historial. Una de ellas lo vincula a él y a su amigo y representante Guillermo Coppola, quien se encargó de cumplirle uno de sus deseos: que la marca italiana de autos Ferrari cambie su tradicional e intocable color rojo a negro.
En una entrevista, Coppola contó que debió reunirse con Enzo Ferrari, dueño de la reconocida fábrica de autos de alta gama para solicitarle que cambie el color de la F40 edición limitada que le iba a regalar a Diego, ya que el 10 la quería negra y la marca solamente vendía vehículos rojos.
Finalmente, por primera vez en la historia y solo por Maradona, Ferrari fabricó un auto color negro. Pero la divertida historia no termina ahí, ya que Coppola convenció al presidente del Napoli, que le compre la Ferrari negra por 1 millón de dólares cuando en realidad la había pagado 470 mil, para regalársela a Diego y recomponer una relación que estaba tirante.
El futbolista quedó encantado con el regalo de Ferlaino, pero al subirse a la "nave" detectó un detalle que lo hizo enojar: faltaba el estéreo.
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