Durante la pandemia, todos nos familiarizamos con una nueva terminología científica, quien más quien menos aprendió que un virus puede mutar, que esas mutaciones pueden hacer que el virus sea más o menos infeccioso que su cepa antecedente o que produzca algunas nuevas manifestaciones clínicas que su antecesor no producía. También, escuchamos hasta el cansancio que deberíamos aprender a convivir con el virus, pues lo tendríamos un largo tiempo entre nosotros.
En el mes de enero, científicos de la India han detectado al menos 3.000 casos diarios de una nueva subvariante de Covid-19 que ha sido bautizada como “Arcturus” y es un sublinaje de la versión Ómicron.
La subvariante Arcturus procede de la cepa Ómicron de Covid-19 y se conoce como XBB.1.16, ya que desciende de la variante recombinante XBB, que reúne dos sublinajes de Ómicron BA.2. Arcturus parece estar vinculado a una de las subvariantes más extendidas de Ómicron, XBB.1.5.
Los expertos han explicado que arcturus –que también es el nombre de una estrella gigante naranja cercana a las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor– presenta una mutación adicional en la proteína espiga del coronavirus que al ser analizada en el laboratorio muestra una mayor capacidad de infección y un potencial aumento de la patogenicidad que la diferencia de otras subvariantes de ómicron –de las que circulan más de 600 actualmente– y que hace que sea muy contagiosa y afectaría incluso a la población vacunada.
Si bien el país donde mayor cantidad de casos por esta cepa se han presentado es la India, la cantidad de contagios ha estado aumentando constantemente en EEUU en las últimas semanas, aunque todavía representaba un poco menos del 10% de los nuevos casos confirmados de Covid-19 a partir del 22 de abril, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Los síntomas más comunes de esta nueva subvariante de ómicron son parecidos a los de la gripe, como fiebre alta, dolor de garganta, tos y secreción nasal, pero a estos se añade conjuntivitis acompañada intensa picazón, algo que no se había detectado en oleadas de Covid anteriores.
Además, parece que afecta especialmente a los niños, como ha explicado en su cuenta de Twitter el Dr. Vipin Vashishtha, pediatra y miembro de la Vaccine Safety Net Project (VSN) de la OMS, que ha comentado que parece estar surgiendo “un fenotipo infantil” de la variante, y que en India han aumentado los casos de Covid pediátrico por primera vez en seis meses, tal y como ha detallado en un estudio preliminar. Este especialista advertía que “Durante los últimos 2 días, he comenzado a recibir casos pediátricos de Covid una vez más después de un lapso de 6 meses. Un fenotipo infantil parece emerger: bebés tratados con fiebre alta, resfriado y tos, y conjuntivitis con picazón no purulenta con ojos pegajosos, no visto en oleadas anteriores”.
La conjuntivitis es una infección de los ojos que se caracteriza por enrojecimiento e hinchazón ocular, picazón, lagrimeo y secreción conjuntival y, aunque es uno de los posibles síntomas del Covid, era poco frecuente. Ahora, sin embargo, es bastante común que los niños que se contagien con esta variante del virus tengan los ojos enrojecidos y pegajosos. Los más afectados son los menores de 12 años.
Hasta ahora la enfermedad por Covid se confundía fácilmente con una gripe o un constipado fuerte, ahora además puede pasar por una alergia y eso puede despistar y hacer que el virus se extienda más.
La OMS la elevó a esta variante a la categoría de "variante de interés" a mediados de abril. Se cree que ahora afecta a 34 naciones.
Científicos de la Universidad de Tokio sugieren que podría ser entre 1,17 y 1,27 veces más infecciosa que Kraken, la última gran subvariante de Omicron, por lo que es probable que se convierta en la próxima cepa dominante.
"Es una cepa que hay que vigilar", comentaba la doctora Maria Van Kerkhove, responsable técnica de la respuesta a la Covid-19 de la OMS, durante una conferencia de prensa el pasado 29 de marzo.
A escala mundial, entre el 27 de febrero y el 26 de marzo se notificaron casi 3,6 millones de nuevos casos de COVID19 y más de 25 000 muertes, lo que supone un aumento del 27 % y del 39 % respectivamente en comparación con los 28 días anteriores.
Del total de casos, Arcturus representó el 45,1% entre el 6 y el 12 de marzo, frente al 35,6% durante los mismos días de febrero
Si bien salta a la vista que estamos en una situación mucho mejor que la que teníamos desde el principio de esta pandemia, no es menos cierto que la amenaza no ha terminado y que tenemos que permanecer vigilantes.
Especialista en riesgos de trabajo.